... (SIN EDITAR)

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Pov Max

Saque un cigarrillo del bolsillo trasero de mis jeans, hoy simplemente no era un día en él que pudiera sonreír siquiera de manera falsa, tantos recuerdos arremetían en mi mente que no podía pensar con tranquilidad y mi cabeza dolía en sobre manera, cada recuerdo era un golpe en mi pecho y conciencia, jamás volvería a ser feliz, no después de lo que sucedió, desde ese día me arrepiento por a ver callado y no decir cada atrocidad que sucedía en esa casa, entre más pienso las ganas de llorar aumentan, algunas veces las puedo retener pero al darme cuenta me doy cuenta lo débil que soy.

Doy una calada al cigarrillo y suelto el aire por la nariz, esa una de la sensaciones que más me encantan sentir, comencé con este hábito desde que me hospitalizaron por un ataque de ansiedad y esto es lo único que me puede calmar al mismo tiempo que me relaja.

Desde la azotea vi caminar a Derek hacia las gradas, una pequeña sonrisa escapó de mis labios, había disfrutado estar con ese chico, aún recuerdo cuando le dije todas esas cosas esperando que le diera asco, le había dicho de eso pero era una mentira ya que no hago ninguna de esas guarrada, solo esperaba verlo asqueado y sin embargo me sorprendió ver su reacción, no hay duda que él chiquillo me dejo saciado y con ganas de mas, mucho mas. Lo seguí con la mirada, vi como se sentaba en la última grada y después se acostaba sobre su mochila, unos enormes ganas de ir hacia donde él invadieron mi cuerpo. Estaba decido a ir donde él, pero me detuve al ver a su estúpido amigo sentarse junto suyo. Sentí piernas temblar de alguna manera verlo con él me hacía enfada, ¿ Qué era esa manía de pasar todo él tiempo juntos? esta bien que estén juntos por ser amigos pero no andar todo él tiempo detrás suyo como si de un cachorrillo tratase y el enojo surgía en mi, la necesidad de alejarlo incrementaba cada día, sin importar nada ellos siempre estarán juntos. Aplaste el cigarrillo con la zapatilla, viendo como se iba destruyendo al igual que mi vida, la cual no tenía remedio alguno, volví a pensar en todo, y me quede sorprendido al recordar que sonreí al ver a Derek, lo más sorprendente era que no fue fingida, había sido la sonrisa más verdadera que había tenido después de tanto tiempo, coño, tendré que pasar más tiempo con ese mocoso.

Me alise la corbata y sacudí un poco mi ropa por si habían quedado restos de cenizas del cigarrillo, para que nadie supiera de mi hábito al fumado ya que no quería preguntas ni sermones, que a no les interesa si me muero o no, saque unos chicles con sabor a menta y me los lleve a la boca. Salí de la azotea ya que faltaba poco para que sonara el timbre y diera inicio a las clases, subí las escaleras topándome con varios estudiantes que iban a sus salones, alguno que otro les guiñaba el ojo y les sonría coqueto, tan fácil caían, predecibles con un solo gesto y tenias un revolcón asegurado.

SilenceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora