Esta historia comienza un poco antes de que presentarán los alumnos sus habitaciones en la U.A. En un día cualquiera Toru se levanta con una convicción y esperanza inconmensurables para realizar un cambio en su futuro, no solo como heroína sino ta...
Estaba Izuku corriendo alrededor del parque pensando en lo que ocurrió esta mañana y en su nueva amistad con la vicepresidenta de la clase.
-Nunca pensé tener cosas en común con Momo-san, me sorprende lo gustos tan exquisitos que tiene por la literatura, aunque es obvio, ella no es de las más inteligentes y cultas de la clase por nada – pensó en voz alta mientras daba vuelta por una sección del parque- debe poseer un montón de conocimiento por su kosei ¿si posee un quirk basado en el conocimiento puede generar cosas físicas desde su imaginación? ¿Podrá mejorarse si...?
Empezó a murmurar mientras trotaba, lo hizo por unos minutos y por esta misma razón se metió más adentro del parque sin darse cuenta, estaba distraído hasta que recordó lo que paso con Momo.
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- ¡Qué vergüenza! – Paro de seco Midoriya mientras se tapaba su rostro sonrojado- No quería que Momo-san pase por ese momento tan vergonzoso por mi culpa, no es que ella sea fea o algo por el estilo, solo que no puedo... con eso, Ashido-san fue algo mala jajaja, me desmaye por una broma...debo arreglar eso- dijo Midoriya mientras hacia una nota mental.
Se puso nervioso y seguía divagando al respecto, estaba por irse pero antes de poder dar siquiera un paso, el escucho, unos murmullos detrás de unos árboles, se asomo pero no vio a nadie, lo cual lo asusto – debe haber sido mi imaginación, Jejeje – se rio nervioso- debo tener estar aun con sueño, yo mejor me voy...- pero antes de que pudiera darse la vuelta volvió escuchar voces pero esta vez acompañadas de pequeños sollozos, lo que lo puso en alerta – esta vez no me lo imagine, hay alguien allí y está llorando - dijo preocupado y serio.
Se adentro más en el pequeño bosque del parque, siendo guiado por la voz, cada vez que se acercaba podía escuchar más los sollozos pero de pronto aquellos sonidos se detuvieron y reino el silencio.
-¡¿Qué?! ¡¿Dónde está?! –Izuku preocupado, empezó a mirar por todos lados desesperadamente – ¡No pudo desaparecer así de la nada! además ¿Qué tan grande es este parque? No termina mas – se adentro mas en el bosque, utilizando el One for all.
Estaba mirando alrededor mientras trepaba los arboles, buscando por todos lados pero no encontró nada, no sabía qué hacer y a medida que pasaban los segundos se sentía más frustrado consigo mismo.
-¡Demonios! No sé donde puede es.. –entonces la vio allí, sentada debajo de un árbol a un montón de ropas flotantes que parecían ser un bollo de prendas por lo juntas que estaban, era Tōru, el no tenía la menor idea de lo que le ocurrió pero eso era lo que menos importaba, se acerco con cuidado pero a pasos acelerados por su compañera de clase.
-¿Hagakure-san? ¿Qué le habrá ocurrido? no lo pienses Izuku, acércate a ella ¡rápido! – se subió arriba de un árbol y la observo – parece ser que se está desahogando, debió tener un horrible día para terminar así y aquí, sola...– Frunció el ceño y apretó los dientes enojado –Verla a ella así, me recuerda a la secundaria, cuando no podía defenderme y era molestado por ser un quirkles, me da rabia y t-tristeza por ella, no conozco mucho a Hagakure-san, ni lo que le ocurrió hoy pero sé que no se merece esto, nadie lo merece – bajo del árbol y decidió acercarse con cuidado, aparecer y sorprenderla de la nada no seria para nada sensato, podría asustarla y empeorar las cosas– debo proceder con cuidado para no asus... - el debía acercarse con cuidado y despacio pero...pero él, la escucho, a pesar de no poder ver a Tōru o de si quiera conocerla, estaba seguro, conocía y sentía, ese sentimiento...de desesperación, de sentirse como la mierda, de vacío y sentir como poco a poco vas desapareciendo, necesitaba su ayuda y luego...
