No me había atrevido a abrir la caja desde aquel día que me la traje conmigo a mi casa, y la verdad es que no entendía el porque...
-Silas!!!!-
-Que pasa Connor?!-conteste de mal humor a mi mejor amigo
-Te estoy hablando hace media hora de la chica que me lleve a mi casa el fin de semana y tu pareces estar en otro mundo-rodé mis ojos
-No me interesa escuchar las cochinadas que hiciste con aquella chica- respondí
-Eres un mal amigo- y aquí viene el tren del drama
-Pues deberías de buscarte otro amigo si tan malo soy-
-No, la verdad es que ya te acople a mi gusto, sería muy trabajoso hacerlo con otro-dijo Connor pasando su brazo sobre mis hombros a pesar de que yo era más alto que el
-Suéltame luego me duele la espalda de estar agachado-
-Idiota, tengo una altura perfecta-
-Si tú lo quieres creer-respondí con burla
-Vamos a clase antes de que te de una golpee- sonreí negando con mi cabeza.
Connor era mi mejor amigo desde que estaba en el vientre de mi madre, pues su madre es mejor amiga de mi madre y aunque suene raro ambas planearon quedarse embarazadas al mismo tiempo para que nosotros tuviéramos la misma edad, lo cual les funciono pues Connor y yo somos criados como hermanos.
Las clases pasaron muy rápido, a pesar de que teníamos un montón de tareas por hacer
-Como odio lenguaje- se venía quejando Connor en la salida
Iba a responder pero fui interrumpido
-¿Tus eres Connor Phinisf?- un chico con un brillante pelo rojo y unos grandes ojos de color verdes nos miraba con furia bueno más bien a Connor
-Si, por?- respondió mi amigo
-A por esto- y sin más el chico le propino una buena patada en los huevos a mi mejor amigo el cual solo alcanzo a coger sus amigas y revolcarse de dolor en el suelo
-Oye que te pasa?-dije tomándolo por el cuello de la camisa y levantándolo del suelo haciendo que su rostro quedara a centímetros del mío, ¿Por qué se me hacía tan familiar?
-Suéltame- dijo el chico empezando a moverse como gusarapo para que lo soltara
-No, hasta que me digas porque golpeaste a mi amigo-respondí con voz intimidante
-Pues tu amigo se acostó con mi hermana!!!-soltó el chico con furia
-La chica del fin de semana era tu hermana?-hablo mi mejor amigo desde el suelo
-Si idiota!!-le escupió con enojo el chico de cabello rojo
-Kyle!!!!-grito una chica mientras venia hasta nuestra dirección- te dije que no vinieras!!!-
-No podía dejar las cosas así!!-le respondió el chico
-Bueno creo que esto es algo familiar- dije dejando al chico en el suelo, mientras ayudaba a mi mejor amigo a levantarse
-Hola hermosa-saludo mi mejor amigo a la chica mientras le giñaba un ojo
-Serás idiota!!!-gruño el chico con furia dispuesto a golpearlo de nuevo pero la chica lo detuvo
-Sera mejor que te vayas- dijo la chica un poco sonrojada
-Vamos-dije ayudando a mi amigo hasta llegar al auto para irnos a casa
-Realmente eres un idiota-comente
...
De nuevo el insomnio me atacaba, y no entendía porque no podía sacarme al pelirrojo de mi cabeza.
Un poco frustrado me levante, dispuesto a jugar videojuegos para ver si así me despejaba un poco, pero entonces aquella caja de madera en mi escritorio llamo mi atención.
Camine hasta a ella y sin pensarlo la abrí.
Las cartas estaban ahí, y no sabía si estaba listo para abrir la primera, pero la curiosidad me picaba en la punta de los dedos, por lo que tome la primera carta y encendí la luz de mi escritorio.
CARTA 1
DE: MI
PARA:MI
15 minutos de fama, eso fue lo que duro la atención hacia mi persona, me esforcé durante 13 años para lograr ser lo mejor para conseguir aunque sea un poco de esa atención que tanto deseaba, pero solo obtuve 15 minutos para luego que ellos puedan pavonearse presumiendo algo que no fue a base de su esfuerzo, como siempre yo quedando en un segundo plano.
Pensé que sentiría paz, dentro de mi persona cuando me dieron este título, pero no paso absolutamente nada, nada no sentí nada, mis demonios siguen atormentando, sigo sin poder dormir, las voces siguen diciendo que lo inservible que soy y empiezo a creer que es verdad.
Estoy cansado de fingir, de tener que siempre la buena, no poder cometer ningún error, quiero ser libre de todo este peso que cargaron sobre mis hombros sin que yo me diera cuenta.
No puedo recordar la última vez que me acosté teniendo mi mente tranquila, la última vez que me sentí orgulloso de mi por algo que realmente deseaba con mi corazón, no recuerdo cuando fue la última vez que fui egoísta y realmente no pensé en alguien más.
A veces siento que me estoy perdiendo tanto que ya no recuerdo cual era mi verdadera esencia, ¿Quién soy verdaderamente? Esa es la única pregunta que sigue siendo un paradigma para mí, pero para el resto no lo es, todos creen conocerme saber de lo que sería capaz y de lo que no pero ¿Cómo? ¿Cómo puedes conocer a alguien que ni siquiera se conoce a sí mismo?
Te identificas?
...
Cuando termine de leer la carta no sé porque aquel pelirrojo volvió a mi mente y no pude evitar compararlo con el chico que vi llorando aquel día en la casa abandonada.
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DE: MI PARA:MI
Short StoryDE: MI PARA:MI Ese era el titulo de las cartas que acababa de encontrar Silas en aquella vieja casa que se encontraba al final de su calle. ¿Qué encontrara? ¿Quién las escribió? Esas eran las preguntas que atravesaban la cabeza de Silas al momen...