CARTA 3
DE: MI
PARA: MI
Me gustaría algún día poder mirarme al espejo y decir: hoy luces bien o esos pantalones se te ven increíbles.
A veces me gustaría ser como esas personas que salen a la calle sin miedo a nada, con la ropa que más les gusta y que se sientan completamente cómodos con su cuerpo, pero cada que lo intento simplemente al verme al espejo solo veo todas mis imperfecciones y me cambio rápidamente por mis habituales buzos y mis aburridos jeans.
¿Por qué es tan difícil tenerse amor propio? ¿Acaso solo nacemos para amar a los demás? Y si es así ¿nosotros donde quedamos?
Supongo que el amor propio no es algo para todos, solo para aquellos valientes que un día simplemente deciden dejar de escuchar lo que piensen los demás y empiezan a escuchar su voz interior
Supongo que mi voz interior hace mucho dejo de existir o tal vez nunca la tuve realmente.
A veces me gustaría dejar de ser yo
Te identificas?
...
Cerré la carta lentamente y la deje junto a las otras, cerrando la caja al instante y metiéndola debajo de mi cama.
Me recosté de nuevo en mi cama mirando el techo.
¿Amor propio? Supongo que la persona que escribió las cartas tenía razón en eso, nadie nunca está conforme, siempre veremos a alguien que creemos que es "mejor" que nosotros y nuestra aspiración siempre será querer llegar a ser como ellos.
Pero supongo que ese es nuestro problema como humanidad queremos creer que existe una perfección al poner todos esos estereotipos como: las mujeres deben de ser delgadas y con una cintura de 60 cm o los hombres deben ser todos musculosos con unos brazos enormes pero ¿Quién dijo que eso era lo correcto? ¿Por qué eso tiene que ser perfecto?
Eso me hace acordar a la frase de Charles Bukowski:
"¿Puedes recordar quien eras antes de que el mundo te dijera quien deberías ser?"
...
-Dios mátame por favor!!!!-exclamo Connor a mi lado mientras corríamos nuestra quinta vuelta
-Exagerado-
-Miller, Brown dejen el chisme para después!-nos gritó el entrenador
-Viejo culero-sonreí ante el comentario de Connor
La verdad no es como el que entrenador nos haga hacer mucho ejercicio, solo nos hace correr y de ahí nos manda a jugar futbol o cualquier cosa con tal de que no lo jodamos ni causemos problemas, pues al profesor no le importa, pero Connor es la persona más vaga de este mundo, puede ser muy inteligente y todo pero para deportes es una mierda.
Cuando terminamos de correr lo que nos indicó el profesor, Connor ya estaba a punto de desmayarse.
-Ten, antes de que te mueras- dije pasándole una botella de agua
-Ca...lla...te-respondió respirando con dificulta
-Hola-no me moleste en girar sabiendo de quien aquella voz femenina
-Hola Sandra- dijo Connor levantándose como si hace unos segundo no se estuviera muriendo
-Hola Connor, Silas que no piensas saludar-rodé mis ojos y me gire encontrándome a Sandra es una buena compañera pero simplemente no puede entender que no estoy interesada en ella
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DE: MI PARA:MI
Short StoryDE: MI PARA:MI Ese era el titulo de las cartas que acababa de encontrar Silas en aquella vieja casa que se encontraba al final de su calle. ¿Qué encontrara? ¿Quién las escribió? Esas eran las preguntas que atravesaban la cabeza de Silas al momen...