Capítulo 1: Hombres con dinero

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En la noche del 8 de agosto volvió a suceder, La Latina había vuelto a atacar.La de hoy se llamaba María, veintitrés años, de Palencia, madre de un hijo y esta vez, prostituta, a esta le faltaba un pecho.Nunca había atacado a mujeres, siempre se había centrado en hombres y con dinero, el suficiente como para comprar un lujoso catering en un hotel de lujo mientras reír y brindar era el clímax de la situación.Los hombres a los que se había atrevido a ponerles una mano encima no solo tenían dinero, sino que también se dedicaban a desperdiciar el dinero en tonterías como fiestas, alcohol, y prostitutas...Quizás por eso esta vez había atacado a esta mujer.A las tres y media de la mañana los detectives se presentaron allí, ya había un corrillo de gente, estaban allí como urracas en busca de información, eran incluso peor que los propios paparazzi.Los detectives se quedaron mirando la escena y apartando a los cotillas del círculo, tenían que llegar a la víctima.Estaban todos excepto uno, Fernando, que siempre llegaba tarde a los sitios, era el más torpe de los cinco y a veces su ineptitud ponía en jaque la investigación, pero a veces era el más inteligente y el que más cosas sabía sobre esta.Laura miró a uno de los policías y le pidió información sobre la ficha forense, una vez la obtuvo fue hacia donde estaban sus compañeros y comenzó a leerles.Laura: María de la Soledad Núñez Juárez, veintitrés años. Se dedicaba a la prostitución para dar de comer a su hijo Kevin de año y medio.Le falta el seno izquierdo. Murió sobre la una y media...Sus compañeros se quedaron un rato pensativos, necesitaban obtener más información, así que decidieron dividirse: Paco y Paula irían al club donde María trabajaba, mientras que ella y Javier se quedaban investigando los alrededores y esperaban a que viniera Fernando.Laura cogió su teléfono y volvió a llamarlo, por si se había perdido por el camino.Paula y Paco entraron dentro del club donde trabajaba María y buscaron al dueño, quien estaba poco preocupado por el asesinato de una de sus chicas.Al ver a los detectives, su cara cambió, y los invitó a que lo siguieran a su despacho.El jefe se sentó, y tras él los dos detectives. El jefe los miró despreocupados, incluso hasta les sonrió, pero Paco y Paula tenían pocas ganas de fiesta, solo querían resolver quién estaba detrás de la figura de La Latina.


Comenzaron a hacer preguntas y el jefe las iba contestando como si estuviera en un tobogán de diversión, hasta que llegaron al tema del trabajo.Paula:-Mira fijamente al jefe- Entonces usted confirma que entre las chicas no había competencia ninguna...El jefe miró a Paula con una sonrisa picarona y le guiñó un ojo mientras contestaba, a lo que Paula respondió con una mueca de indiferencia y pasividad.Paula: La víctima presentaba daños en la cabeza del golpe, ¿sabe si algún cliente podía odiarla?El jefe suspiró y se encendió un cigarro, miró a los detectives sin dejar de sonreír.Jefe: Señores, aquí los clientes son totalmente discretos, no hay mucha "fiesta" más allá del sexo. Nadie odiaba a María y María no odiaba a nadie, cualquiera podría ser La Latina...Los dos detectives se miraron con ganas de querer asesinar al proxeneta, pero decidieron dar por terminada la conversación, se despidieron amablemente del jefe y salieron de nuevo a la calle. Cuando se fijaron ya estaba allí Fernando, que traía cara de sueño y cansancio.Era un hombre de un metro setenta, de pelo marrón, de ojos color miel con gafas cuadradas, vestía con una chaqueta marrón de entretiempo, debajo, una camisa tartán negra y roja y unos vaqueros con unos deportes.Paula miró a Laura de forma pasota y le explicó la poca información que había obtenido del proxeneta.


Fernando:-Se coloca bien las gafas y se sacude la chaqueta mientras mira la escena- Cada día que pasa es una desesperación -se acerca hacia la víctima- ¿Por qué actúa de esta manera? Necesitamos atrapar ya a esa mujer...Laura: Esto me recuerda al caso de Jack el Destripador, pero a la versión española. Lo que sabemos de La Latina es muy poco, casi nada diría yo, nadie la ve, nadie sabe quien es, pero actúa por aquí, en un pueblo de mala muerte, pero según fuentes del Ministerio del Interior hubo un par de casos parecidos a este en La Degollada o en Los Dolores y ahora aquí, en Los Infiernos... Parece ser que nuestra susodicha ama los sitios con nombres escalofriantes.Laura era una mujer de un metro casi ochenta, de pelo rojo vino que caía hasta los hombros, con un pequeño flequillo separado, unos ojos avellana y unos labios rojos. Tenía un cuerpo entrado en carnes y muy bonito, con unas uñas pintadas en rosa, una chaqueta negra, unos pantalones y botas de tacón también negros.Tenía una pose relajada con los brazos cruzados, pensativa, intentando comprender la mente del asesino, por qué hacía lo que hacía y hasta donde quería llegar. No había muchas pistas y eso la atormentaba. Se le fue la mirada por unos segundos, y en ese tiempo se le pasaba por la mente varias imágenes de cómo podía actuar esta persona, pero no lo entendía, entonces volvió la vista a sus compañeros, dio un suspiro para tranquilizarse y comenzó a caminar por el lugar.Sus compañeros la miraban en silencio, observando cada movimiento, cada gesto, cada respiración, cada taconeo que daba. Ellos sabían qué quería decir con cada paso que daba o de qué forma miraba a las personas, parecía no mentir nunca y tener muy claro lo que quería. Se quedó mirando hacia el horizonte de nuevo, luego miró a la luna y luego, de nuevo a sus compañeros.Laura: No podemos hacer ahora mismo nada, tenemos y debemos que esperar a mañana. En unas horas me pondré en contacto con el presidente y el Ministro del Interior para que me den datos exactos sobre lo sucedido en Canarias y en Alicante, en menos de una semana vamos a aprender cómo piensa la asesina y la vamos a atrapar en la siguiente jugada, así que os pido máxima colaboración y rapidez. – Se marchó de la escena bastante decidida y se montó en su coche, arrancó y puso rumbo hacia su casa, estaba dispuesta a encontrar a La Latina aunque fuera lo último que hiciera.Sus compañeros veían como se marchaba, luego se miraron entre ellos, hicieron una mueca y continuaron con la escena del crimen.

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⏰ Última actualización: Jun 05, 2021 ⏰

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