Capítulo 4

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Lea bajo su propia responsabilidad, romance oscuro, harem inverso. No lea si es sensible. Todos los derechos reservados.

Te lo dijimos ¿no? 

Calor y placer, placer y calor. Eso fue lo que recibí toda la maldita noche. Si si, estaba en contra de mi voluntad, pero lo disfrute. En lo que llevo de vida, yo Jenna, no había experimentado esto de ninguna manera, había sido realmente follada. Pero debía volver a la realidad. Fui masilla para ellos, después de dos rondas más, estoy agotada y sin fuerzas en absoluto, sin embargo, no fui la única cansada, Luciano y Eric dormían a mi lado en la suave alfombra, y Estefan estaba echado en el sofá, las respiraciones de los 3 eran uniformes, dormían plácidamente. Como no lo iban a hacer después de tanta actividad. Se veían gloriosos y por más que quisiera quedarme y contemplar tal hermosura, no podía. Ellos eran hermanos, algo como loco a mi modo de ver, como en sus 5 sentidos se follan una misma mujer, y sobre todo como acuerdan tal cosa. Aparté esos pensamientos, necesitaba sobrevivir, no sabia con que suerte contaba una vez ellos despertaran, si me iban a matar o si me seguirán follando. Lo segundo me interesaba, pero no tenía cómo averiguar si iba a tener esa suerte.

Me desenrede de Eric, que me abrazaba protectoramente, el simple calor emanado de su cuerpo era reconfortante, Luciano tenía su pierna echada sobre mis piernas. En realidad, esta era la prueba de fuego, soltarme de ellos sin que se despierten. No tenía muchas posibilidades, pero tenía que intentar. Poco a poco fui aflojando el agarre de Eric, con movimientos suaves, los mismos que fueron aplicados a las piernas de Luciano. Poco a poco, poco a poco. Listo. Con cuidado, estaba de pie. tome mi ropa y mi bolso, podrían ser las 5 am. me puse la ropa cuidadosamente, ni me molesté en buscar zapatos, solo necesitaba el bolso, tenía mi celular, dinero y mis llaves.

La puerta tenía seguro por dentro, así que no era un problema. Lo quite tan lento y suave como pude y abrí la puerta, mirando los tres dioses que duermen tan profundamente. Salí con el mayor cuidado. Había superado dos pruebas, y ahora a ver como salía de este lugar viva, estaba oscuro pero entraba un claro de las luces de la calle por las ventanas. Bajé las escaleras rápido pero silenciosamente. La puerta delantera estaba cerrada. Mi corazón a mil, estaba atrapada. No. Recorrí el lugar, por la parte de la barra había una puerta, supuse que era una bodega o algo, la abrí. Era una bodega llena de bebidas, pero a la derecha había un pasillo escondido. Me dirigí ahí la puerta tenia seguro, pero por dentro, lo quité y abrí. El callejón trasero. Encontré la salida. salí corriendo con todo lo que tenía.

Las calles eran solitarias, si ellos no me mataban fácilmente me podrían matar los delincuentes y viciosos. "Taxi, taxi" grité a todo pulmón cuando vi el vehículo amarillo. Con un chillido sordo el carro paró y me subí. Le dije "arranque por favor señor, lléveme al edificio Altos de Chapinero", el taxista arrancó y cuando habíamos salido a la autopista por fin me preguntó "¿está usted bien? ¿quiere mejor que la lleve a un hospital?" lo miré considerando sus palabras, pero en realidad lo que necesitaba era un baño, y dormir. Olvidarme de todo esto y lo primordial, antes de llegar a mi apartamento bloquear a Eric, desinstalar la aplicación de citas para no saber más nada de esto. Paola tenía razón y Claire me va a escuchar, le diré que deje de estar molestando con eso por su seguridad.

"Estamos aquí" me sacó el taxista de mis pensamientos, le pagué y subí, era una cosa horrorosa, me veía en el espejo del ascensor. Dios, pestañina por toda la mejilla, labios hinchados, el pelo peor que un trapero viejo, la ropa mal puesta. Con toda la razón el señor del taxi me quería llevar a un hospital. Entré a mi apartamento, solo y sin vida, como pude estar yo en la noche de hoy y como estoy hace meses, viviendo por vivir. Suspiro. miro el reloj en mi pared 4:20 a.m. pensé que era más tarde. Me quite todo, entré a la ducha caliente, me preguntaba en que me había metido, a Dios gracias que nunca le di mi dirección a Eric, ni ningún dato donde pudiera rastrearme. Mañana cambio mi numero celular y listo. Me frote tanto como pude, queriendo que se borrara todo lo de hoy como si eso fuera posible, ya lo hecho está hecho, lo disfrute y no puedo juzgarme a mí misma, simplemente debo tratar de olvidar este episodio. Me puse mis pijamas y entre a la cama, me tomé dos analgésicos para el dolor de músculos, además para dormir mejor. Me dejé llevar.

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⏰ Última actualización: Jun 05, 2021 ⏰

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