" La punta de la aguja "

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  En la ciudad de Ògún durante muchos años reinaba la paz, la felicidad, existía mucha prosperidad, todos sus habitantes tenían vidas muy placenteras, en todas sus formas.

  Su líder era Ologbon Oba (el rey sabio), el fue por mucho tiempo un líder que gobernaba con mucha sabiduría, el trato hacia todos sus seguidores era ejemplar, sus decisiones para el bien de su comunidad siempre eran oportunas y beneficiosas para todos. Esto lo llevo a ser un rey muy querido y respetado.

  Las funciones de Ologbon Oba no solo estaban dirigidas al crecimiento de la ciudad de Ògún, a todo aquello que tenía que ver con su evolución, este rey tenía una particularidad, el buscaba siempre implantar sus sabios consejos hacia sus seguidores, buscando siempre una sinopsis que ayudará a posicionar una plena espiritualidad y vida provechosa para cada uno de sus habitantes.

  El rey sabio siempre buscaba asumir un liderazgo digno de ser respetado, el se esforzaba para que cada quien de manera individual tuviera un mensaje que le ayudará a solventar sus problemas, esto hizo que durante muchos años tanto la ciudad de Ògún como sus habitantes tuvieran una vida gratificante. El poder de palabra de Ologbon Oba era muy gentil y con una capacidad de discernir los más profundos temas, bajo un ambiente de plena tranquilidad y profunda sabiduría.

  Todo esto dejo de ser un hecho hasta que su ego se hizo tan grande como el sistema solar y su arrogancia tan dañina como la picada de la más venenosa serpiente.

  El rey sabio ahora se había tornado hostil, y áspero en sus consejos como si su verdad estuviera por encima de la del mismo OLODUMARE (dios), el había cambiado por completo todos sus buenos hábitos para impartir sabiduría, al punto que sus mensajes eran incompletos y carentes de cualquier resolución positiva. Esto empezó a generar un desbalance en todas las personas de la ciudad de Ògún, las energías ahora estaban mal encaminadas desde todos los puntos de vista.

  Las cosas no andaban para nada bien, las personas empezaron a experimentar fenómenos contraproducentes para su vida, había violencia, estaba reinando la anarquía. Era notable lo que ocurría cuando un líder hace mala ejecución de sus facultades.

  Las personas de la ciudad de Ògún empezaron a sentir desprecio por Ologbon Oba  por su inhabilidad de impartir sabiduría como la hacia antes, pero eso a él lo tenía sin cuidado, por el contrario cuando el mismo se percataba de tales repudio castigaba severamente a la persona que los hacia.

  En la ciudad de Ògún había una mujer con un don especial, ella era Obinrin Masinni ( la mujer que cose) está mujer era una sastre que confeccionaba ropas muy elaboradas y hermosas, ella era muy respetada ya que mientras hacia estás ropas, tenía revelaciones que mediante el canto, se las decía a las personas que les hacía sus atuendos, este particular don hacia que sus servicios tuvieran una fuerte demanda.

  Los habitantes de Ògún se dirigían hacia el taller de Obinrin Masinni no solo para que les confeccionara sus ropas, sino también para saber algo en referencia a sus destinos, cualquier detalle que está sastre mediante su canto revelador pudiera servirles de guía, ella siempre acertaba en todo lo que sus revelaciones se manifestaban, para el asombro de sus clientes.

  Un día Ologbon Oba (el rey sabio) al tener conocimiento de esta mujer, decide mandar hacer unos trajes para el festival anual de la ciudad de Ògún, este festival consistía en una celebración que duraba 3 días, donde Ologbon Oba se dirigía a sus seguidores como era la costumbre, también en este festival se celebraba la fundación de la ciudad de Ògún, bailes, comidas, danzas y un compartir masivo hacia de este evento algo único, siempre muy esperado por toda la comunidad.

" LA ENERGÍA DEL CARÁCTER "Donde viven las historias. Descúbrelo ahora