Terapéutico
Odiar es una palabra fuerte, pero yo la uso en todo. Odio los lugares con mucha gente como por ejemplo:
Centros comerciales
No me gusta estar en un lugar cerrado donde se ubican niños, adultos y todo tipos de personas que con solo un saludo hipócrita hacia mi o mis padres ya quiero ver los gritando por piedad, mientras alguien les apunta con un arma en la cabeza, al fin y al cabo si la persona es decidida, hará lo correcto y apretará el gatillo
No digo que suceda, solo que seria bueno
Todas esas voces, risas, chismes. Ya me están causando mas que un dolor de cabeza, quiero que se callen...Pero a mi modo
Y como siempre, aquí estoy al borde de un ataque y nadie se da cuenta, me acerco a mama y le hablo
-Mama- me rasco el brazo con nerviosismo -Yo...Yo...¡Mierda!- Murmuré y baje la cabeza, sentía que me picaba todo y quería...Yo quería...¡Ah!
Mama se dio cuenta de mi estado, lo siguiente que recuerdo con claridad, fue como papa me inyecto el tranquilizante, después todo se puso ¿loco?. La gente lucia amigable, todos tenían sonrisa perturbadoras, se veían mejor así, en ese momento solo podía pensar que quería que todo el mundo fuera como yo, así yo no sería extraño, ni rechazado, ni un psicópata, solo alguien más...
Caminábamos en medio de la gente, sus caras empezaron a deformarse ¡Qué divertido! Sus ojos estaban muy separados, una risita inconsciente se me escapo
-Andrés, calma — susurro alguien en mi oído, pero yo solo reía. Después llegamos al auto y cuando me senté un mareo vino a mi, ahora no quería reír; más bien quería golpear, me comporte como un niño, empecé a patalear y hacer berrinche y después me dormí
●●●
Me muevo en mi lugar, siento una punzada en el pecho y me levanto de golpe, impactando con el vidrio del auto
-¡Joder!- solté en un jadeo
-Oh- dijo mama desde el puesto de copiloto; mirando por el retrovisor -Despertaste, creí que estarías inconsciente hasta que llegáramos a casa — una sonrisa se formó en sus labios, una sonrisa dulce, achinando sus ojos -Cómo cuando eras pequeño.
-Eso no ayuda mucho — Solté en un soplido -Soy legalmente un adulto y debo ser cuidado como un pequeño niño con problemas de conducta — me quejó
-Bueno, así son las cosas ¿No?-
La ignore, mire por la ventana esperando que viniera un ovni gigante y nos llevará a todos. Era extraño pensar en lo ocurrido en Dallas, yo no hablaba del tema con mis padres, por obvias razones pero en ese momento recuerdos venían a mi y arrepentimiento mucho arrepentimiento. Se que no soy fácil de sobrellevar y que mis conductas hacia la gente son estúpidas e incoherentes. ¿Por qué están tan empeñados en que trate de ser normal? Cuando claramente no lo soy; es como si intentarás meter una persona por un pequeño agujero en la pared ¡No se puede!, pero ellos no entienden y eso me estresa al punto que prefiero volver a Dallas y decirle a la policía que no importa mi puto trastorno ¡Me llevarán preso! Así fuera un manicomio...Pero, después todos esos pensamientos cambian dejando una nostalgia enorme y sabiendo que eso no es lo que quiero; seria peor si estuviera en algún lugar de esos
Después de un rato, papa llego y yo suspire, entro con algunas bolsas y me miró
-Ya despertaste — Afirmó -Qué bien, porque vamos a ir por una sorpresa para ti- Sentenció y yo frunci el ceño ¿Sorpresa? Que demonios
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Instinto
Mystery / ThrillerAndres se acaba de mudar de a un pequeño pueblo, muy lejano de la ciudad, al ver lo de lejos puedes deducir que es un príncipe, pero jamás te dejes llevar por las apariencias... -Tu puedes, vamos -¡No! ¡No! ¡Callate! -Solo sigue tu instinto