Son las 6am y me despierta la luz de la mañana, otro año más de vida y en mi caso 80.
Menos mal anoche no me tome la píldora para dormir, por que sino ...Jmmm, me hubiera levantado tipo 10am; y hoy no me puedo dar ese lujo, pues mis hijos Sofía, David y mi esposa Sarah, prepararon una fiesta sorpresa para mi; pobres, si supieran que sé desde hace dos semanas, viejo si, pero no tonto!.
Me levantó de la cama y Sarah ya no esta a mi lado, voy hacia la cocina a buscar algo para comer, por que mi estómago ya me esta sonando! Agarro lo primero que encuentro para desayunar, por que Inés, la empleada no ha llegado todavía; "preciso hoy tenía cita medica" pienso, mientras término de desayunar, si a un pan con agua, se le puede llamar desayuno; me tomo la píldora de la presión con lo que resta de agua, mientras camino al baño; abro la puerta y me lavó los dientes, me quitó la ropa lentamente, por que la vejez no llega sola, entro a la ducha y me quedo tres minutos debajo del chorro de agua tibia, ya que nunca me ha gustado madrugar y mucho menos con el frío que esta haciendo en la ciudad; Agarro el jabón y mis manos de mantequilla me hacen una mala pasada, el desgraciado jabón se me resbala de las manos y cuando me agacho a cogerlo mi columna de 80 años recién cumplidos, se queda atorada.
- ¿Sarah? - grito - ¿Inés? ¿Ya llegaste? - nunca he sido paciente... - ¡¿ALGUIEN EN ESTA BENDITA CASA QUE ME PUEDA AYUDAR!? - espero unos minutos doblado cual bastón de Navidad, cuando de repente entra alguien
- Ya 80 ¿no papa? - dice en tono burlón mi hijo David
- Ja ja - digo sarcásticamente mientras escucho el click de una fotografía - DAVID! ¿ME ESTAS TOMANDO FOTOS? NO JUEGUES CONMIGO, QUE NO TE PUEDO VER; ¡ESTOY DOBLADO! - finalmente se decide a enderezarme, a lo que suspiró profundamente al sentir el alivio en mi columna.
- Feliz cumpleaños Papá - dice pasándome el jabón - hoy subiré tu mejor foto a las redes sociales - y cierra la puerta antes de que termine de decir su nombre completo en forma de regaño.
Al llegar a mi habitación reviso mi closet pensando en que ponerme, me gustaría algo a la moda, pero toda la ropa que tengo es de anciano, cuanto quisiera volver a ser ese Jhon Travolta, vestido con ropa ajustada y chaquetas de cuero, recogiendo en mi moto a mi hermosa chica, la cual veo entrando por la puerta de la habitación con una angelical sonrisa.
- Feliz cumpleaños mi viejito! - dice caminando con dificultad, ya que a sus 78 años, sus piernas no responden como antes; le extiendo mis brazos y me da un abrazo como si no hubiese otro más, mi corazón se estremece, han sido tantos y tan bellos años a su lado, que cada día que pasa siento que el tiempo me la arrebata de las manos.
- DON DANIEL!!! HAPPY HAPPY PARA USTED! - entra Inés interrumpiendo nuestro momento romántico, con su estruendosa forma de hablar.
- Gracias Inés, y es happy birthday - digo sonriéndole
- Bueno como sea!, ¿le preparó el desayuno? - me pregunta
- No gracias Inés, más bien pásame el teléfono que voy a llamar a Pablo y a Jorge, para hacer noche de cartas hoy. - digo en forma de broma a Inés, para sacarle información a Sarah.
- Eh.. Eh.. No Daniel, mira que nuestros hijos te reservaron una cena en tu restaurante favorito, además es tradición partír la torta en familia ¿o no Inés? - dice Sarah en tono nervioso, me río y finalmente termino de cambiarme.
El día transcurrió con normalidad, recibí llamadas de felicitaciones de mi familia, amigos y personal de mi empresa, como anualmente suele suceder.
Son las 6, pero ahora de la tarde; después de un largo debate si debía ponerme o no un traje entero, término como siempre complaciendo a las mujeres de la casa, vistiendo un traje gris con corbata roja; Escucho la bocina de un carro, y es David, que vino por nosotros.
- ¡Papa si no lo mueves vamos a perder la reservación! - dice Mi hijo
- ¿Tu que crees? ¿ Que ochenta años son fáciles de mover? Más bien bájate del carro y ayuda a tu mama. - le digo sarcástico, pero autoritario.
Nos montamos al carro y nos dirigimos en dirección a mi restaurante favorito, lo cual me hace sospechar de la supuesta fiesta; pero al pasar este rectifico mi investigación y me dirijo hacia lo que va a ser la mejor noche de mi vejez, o eso pensé.

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Love After dead
RomanceEsta es una historia en la que el amor traspasa hasta la barrera más difícil, que es la muerte; Daniel fue un hombre trabajador y dedicado 100% a su familia y a sus 80 años la vida decide que su corazón deje de latir, abandonando por completo su cue...