6. El Pasado y el Futuro

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Parejas/interacciones principales: Kou Seiya (Sailor Star Fighter)/Usagi Tsukino (Sailor Moon). Kou Yaten (Sailor Star Healer)/Haruka Tenoh (Sailor Uranus). Usagi Tsukino (Sailor Moon) & Haruka Tenoh (Sailor Uranus).

Rating de este capítulo: "I" de INTENSO.

Categorías/Advertencias: Saltos en el tiempo. Realidad Alterna de Temporada Sailor Stars. Humor. Romance. Drama. Temas de ansiedad y ataques de pánico. Hurt/confort. Lenguaje fuerte. Embarazo adolescente. Embarazo no planeado. Temas de sexo sin protección entre dos menores de edad (aunque depende del criterio de cada país). Infidelidad.

Notas especiales:

(a) Se describen escenas de ataques de pánico y estrés post traumático. Así como algunos síntomas del síndrome de "Survivor's guilt/culpa del sobreviviente."

(b) ¿Sabían que antes de la existencia de Seiya, yo shippeaba fielmente Haruka/Usagi?

(c) Este capítulo va dedicado a todos y todas que leen esta historia y me siguen echando porras, ustedes son los/las responsables que ahora no pueda acabar este maldito monstruo. ¡Felicidades!

Sinopsis: Post-Stars. Usagi Tsukino deberá superar una batalla más mortal que la encarnada contra el Caos: crecer. Al menos tendrá compañía.

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6.

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"«El pasado y el futuro

Los cruzaré

Sólo para encontrarte.»"

-Naoko Takeuchi (MAKENAI).

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Había días buenos.

Había días malos.

Hoy, Usagi definitivamente estaba teniendo uno muy malo.

Usagi gimió, después de vaciar su estómago en la taza de cerámica.

-Adiós al desayuno.

Adiós a muchos de sus planes para el día. Todo lo que Usagi quiso en esos momentos fue volver a la cama.

El maní se rehusaba a dejar de patalear. Para empeorar la situación, era muy posible que el postre de la noche anterior estuviera causando sus flatulencias. ¡Cielos, que embarazoso!

Por si fuera poco, Usagi había tenido una de sus peores noches desde la llegada a Kinmoku. La tormenta de nieve la había mantenida despierta, así como la incomodidad de su espalda baja. Por más que se había esforzado por encontrar una buena posición para dormir, su cuerpo quejumbroso había tenido otras ideas. Ni todas las almohadas en la suite habían sido útiles para mejorar la situación. En algún punto de la madrugada, Usagi había roto en llanto por la futilidad, las hormonas haciendo de las suyas.

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