Ambereye (camren)

Capítulo 24

"¿Adivina qué?" Godfrey entró en la sala de estar, celular en mano. "El tío André viene a almorzar. ¿No es genial, Taddy?" Se estaba dirigiendo al perro, pero sus ojos estaban fijos en Lauren. Ella le devolvió el ceño. ¿Cuál era su problema y por qué la miraba así?

"Oh, ¿qué voy a hacer?" Camila estaba de pie. Godfrey la agarró del brazo y la presionó contra su asiento.

"Cálmate, princesa. Va a pasar por Giorgio para recoger una fuente de sándwiches mixtos. Haré café en cuanto llegue. Todo está bajo control".

André llegó veinte minutos después y entregó su ofrenda a Camila con un rápido beso en la mejilla. Godfrey y Camila se dirigieron a la cocina para preparar el almuerzo, dejando a André y Lauren solos en la sala de estar.

"¿Has estado merodeando por esta casa en forma de lobo?" André inmediatamente siseó en su oído.

Lauren estaba mortificada. Así que de eso se trataban las pequeñas miradas de reojo de Godfrey. La había delatado a André.

En la cocina, Camila y Godfrey se dispusieron a preparar el almuerzo.

"Por fin, paz para cotillear. Entonces, ¿cuál es el estado de la nación?"

Godfrey se entretuvo en platos y servilletas individuales mientras Camila ordenaba las tazas de café. "¿Qué opinas de las orejas peludas, ahora que conoces el secreto de la familia?"

Camila dejó de hacer lo que estaba haciendo y se volvió para mirarlo, un poco desconcertada.

"No es cuestión de broma. Estas personas son... hombres lobo. Como en las películas. No sólo eso. Están aquí en la ciudad, en mi trabajo y en mi casa, esperando que les sirvan sándwiches con pequeños triángulos de servilleta. Godfrey, es tan increíble. ¿No te pareció increíble al principio?"

"¿Qué? Vivimos en una era de viajes espaciales, paseos por la luna, clonación, rayos láser y depilación indolora. Todas esas historias fantásticas de nuestra juventud ahora son verdaderas, ahora una realidad cotidiana. ¿Pero no las aterradoras historias de monstruos? ¿Son la única cosa increíblemente fantástica que posiblemente no pueda hacerse realidad?" Él arqueó las cejas mirándola burlonamente.

"¿A dónde vas para esta depilación indolora?" Se apartó de los pensamientos difíciles.

"No te desvíes. Conozco todas tus tímidas tácticas, nena. ¿Me estás diciendo que no tenías ni idea, incluso después de que te mordió? Y no mencionemos la maratón de sexo, del que no parabas de presumir, por cierto".

El rostro de Camila ardió. "Bueno, ha pasado mucho tiempo desde que asistí a una, y sí, me sorprendió un poco la extraña resistencia de Lauren". Una sonrisa privada cruzó por su rostro antes de que pudiera detenerla, lo que le valió un puñetazo de amigo de Godfrey.

"Ahí tienes", gritó, "la pista número uno de criatura fantástica. Máquina de amor imparable".

"Pero nunca se me ocurrió que estaba compartiendo mi cama con algo un poco menos que humano. ¿O es más que eso?" Ella frunció.

"Mira, cariño", continuó Godfrey con una vena más sobria. "No va a ser un ajuste rápido. Pero puedes ir a tu propio ritmo. La gran pregunta es ¿quieres hacerlo? ¿Te gustaría seguir viéndola? Porque soy tu amigo y te digo que creo que tienes un buen partido allí".

Camila lo miró con recelo. "Lo de los hombres lobo es extraño. Apenas pude mirar a André a los ojos cuando entró. Es un shock. Lo conozco desde hace más tiempo que tú, y ni una sola vez me diste una pista, bastardo".

"Sabes que no podía hacer eso. Apuesto a que subconscientemente has estado abrazando el secreto a tu pecho también, desde que te enteraste. Bueno, ¿no es así?"