Capitulo 2

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- Hay dos opciones por las cuales todo el mundo está mirándonos... Una: De verdad estoy malditamente sexy hoy, y mi intento de parecer una chica normal y fea de dieciséis no ha funcionado...

- ¿O? - Tris me miró como si esa opción no contara para nada.

- Dime por favor que no tengo un maldito moco o voy a enloquecer. - Tris río fuertemente y negó con la cabeza.- Bien, entonces es la primera.

- Todos nos miran porque somos nuevas en un pueblo pequeño con tal solo dos mil habitantes. Todos se conocen con todos y a nosotras nadie nos conoce, ¿Okey?

- Tú tienes tus teorías, yo tengo las mías. Podemos vivir en paz con eso.

- Tenemos que ir a secretaría para que nos den nuestros horarios. - Asentí y comencé a caminar. Pare cuando vi a Tris quedarse quieta viéndome.- ¿Acaso sabes dónde es?
Maldita sea.

Miré a mi alrededor. Entre susurros y las miradas fijas me puse un poco nerviosa. Si, yo, estaba malditamente nerviosa por estos idiotas adolescentes que no saben disimular nada de nada. Una chica paso junto a mí y toque su hombro, me miró fijamente y sonrió.
Espeluznante.

- Disculpa, ¿Sabes dónde está la secretaría? - Asintió con al cabeza.

- Entra a la escuela, sigue derecho hasta el final del pasillo, segunda puerta a la derecha.- Volvió a sonreír. Le agradecí y se fue. Miré a Tris.

- Final del pasillo segunda puerta a la derecha.- Ella saltó de la emoción y me tomó del brazo mientras entraba siendo un rayo de sol a la escuela.
Dios, permite que su emoción se vaya mañana.

(...)

- Después de ir a secretaría y revisar nuestros horarios, conseguimos un tour guiado por la secretaría. Nuestra primera clase era biología.
Gracias Dios por hacer de mi mañana, un día mejor.
La secretaría tocó la puerta del aula e hizo una señal al profesor para que saliera un segundo.

-  Señor Young, ellas son Tris y ___, son nuevas en el pueblo. Sus padres trabajan en las afueras, en la ciudad, y hoy es su primer día. Espero que no sea una molestia recibirlas un poco tarde. Estuve enseñándoles la escuela un poco.

- Está bien, pero sepan que no soporto la impuntualidad.

El señor Young era un barrigudo de unos cincuenta y tantos, con muy poco cabello, un bigote un tanto gris en su rostro y una nariz respingona. Todo un Adonis. Llevaba un traje a cuadros color marrón y verde oscuro y una camisa negra. Completa y totalmente de moda. Pero vamos, que se yo de modas.

Aunque la mirada que tenía Tris esta la misma que yo, supuse que estaba pensando lo mismo. Parecía un tanto antiguo, del típico “No impuntualidad, trabajos a tiempo, no copiar en las pruebas”.
Ya podía oír su voz diciendo “SEÑORITA BROOKS, NO PUEDE DORMIR EN CLASE. A DETENCIÓN”.
Sip, eso pasaría.

Entramos al aula junto con el profesor y el miro fijamente a la clase, mientras la clase miraba directamente a nosotras, yo... Bueno, yo veía la pared.
Hola pared, vieja amiga... ¿Acaso eso es un chicle pegado allí?

- Clase.- Me sobresalté ante su potente voz y desvíe la mirada a el.- Ella son nuevas alumnas y nuevas en la cuidad. Las señoritas...- Él nos miro y yo reaccioné después de parpadear un par de veces.

- Brooks, ___ y Tris Brooks.- El asintió.

- Bien, quiero que todos presten atención a lo que voy a decir...

Y antes esas palabras mi atención volvió a la pared. No era una persona con problemas de atención para decir verdad. Pero si combinas “Biología” con “Profesor rechoncho”... Exacto. Nunca tiene que combinar esas palabras. Jamás.

ChristopherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora