Capítulo 13

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Pov Guzmán

Salí del laboratorio por la ventana, tuvimos muchísima suerte de que nadie notara nuestra presencia, ni siquiera cuando salimos del paraíso Aether. ___ estaba pálida, con la mirada perdida, tenía sangre en su labio, probablemente se lo a mordido del miedo. No se movía, no hablaba, nada.

Su único movimiento en todo el viaje hasta su casa fue para sacar a su Altaria de su pokeball.

Estaba preocupado, si viajo hasta Alola para recuperar a su hermana, probablemente ella haya sido alguien muy importante para ____.

La observé de reojo, tenía marcas de lágrimas en sus mejillas y su rostro estaba rojo de tanto llorar. Se le había corrido un poco el maquillaje de los ojos y tenía los labios entreabiertos. Baje la mirada, tenía miedo. Miedo del día en el que ella se entere de que esto había sido mi culpa. Aun así, me siento egoísta pensando en mi en una situación así.

Llegamos a nuestro destino, el apartamento de ___. Altaria regresó a su pokeball y automáticamente Pegasso salió a ayudar a su entrenadora, la cual abrazó al tigre por el cuello y luego subió a su lomo. Una vez dentro del apartamento, ayude a ____ a sentarse en su sofá, y la mire a los ojos preocupado. Esta mantuvo la mirada unos segundos, pero comenzó a llorar de solo verme a la cara. La abrace intentando contenerla, y acaricie su cabello.

Pov ___

Estaba devastada. No podía creer que mi hermana, el único ser que me apoyaba en este mundo estuviera muerta. No podía creerlo, simplemente aun no caía en la realidad. Me aferré a la única persona que me había estado apoyando últimamente, estaba agradecida con Guzmán, el realmente estaba siendo de ayuda, se volvió un gran compañero.

Escondí mi rostro en el hueco de su cuello mientras sentía sus caricias en mi cabello. Pase mis dedos por su nuca y pude sentir que le dio un escalofrío. Deposite un tierno beso en su cuello, y lo mire de reojo, estaba completamente rojo, dejo de acariciarme el cabello y desvió la mirada con tal de ocultar su vergüenza. Yo me acerqué a su oído.

___: Gracias por estar conmigo. No se que habría echo sin ti. A pesar de todo, al fin... la encontré.

Volví a apoyar mi cabeza en su hombro. Tome su temblorosa mano y la deposite sobre mi cabeza, dándole a entender que continuará. Y así lo hizo.

Mientras disfrutaba sus mimos recordé una escena del pasado. Esto sucedió hace tal vez 7 años, cuando yo tenia solo 13, y mi hermana 10. Suspire, y confiando en la persona que me abrazaba, comencé a contar mi historia con algo de dificultad. El solo me escucho atentamente sin dejar de acariciar mi cabello.

...

Hace poco había salido del hospital. Ya era la tercera vez que me internaban, hacía lo posible por recuperarme, pero se me hacía muy difícil seguir adelante.

Si tuviera que resumir un poco mi historia, diría que siempre estuvimos solas. Yo nací en Kalos, mi región es mi lugar favorito en el mundo. Mi madre murió cuando yo y mi hermana éramos niñas, así que no la recuerdo mucho. Aun así por lo poco que recuerdo, ella era una buena madre.

Mi padre, Lysson, tenía muchos problemas realmente, tal vez más que yo. El era el dueño de los laboratorios Lysson, el café Lysson, el creador del holomisor, y tenía gran influencia en la región ya que era amigo del profesor Ciprés. Aun así jamás admitiría que estaba en un error. Tenía ideas buenas, quería lograr un mundo mejor, pero al momento de llevarlas a cabo, cometió actos horribles que afectaron la región de Kalos en gran medida.

Yo y mi hermana, con ayuda de los Pokemon legendarios Xerneas e Yveltal logramos luchar contra mi padre, y derrotarlo finalmente con el poder de la megaevolución.
Luego de todo lo sucedido, muchas cosas pasaron. Tuvimos una última guerra en nuestro camino por proteger Kalos. Contra un hombre llamado AZ. Logramos ganar, y luego de eso, luche contra la campeona Dianta y gane. Me convertí en la Campeona de Kalos. Desde ese día viví feliz con mi hermana, quien se consagró como alto mando. Juntas protegíamos nuestro hogar. Aun así siempre hubo algo mal conmigo. Tal vez fue porque nunca tuve a nadie a mi lado, o porque sentía que no era lo suficientemente buena. Pero siempre, desde que era muy pequeña, hubo algo mal conmigo. Siempre fui muy débil mentalmente, a pesar de la fuerza que gano cuando lucho con mis Pokemon, mi debilidad ante la mirada crítica del mundo, siempre me afecto mucho..

...

Trague saliva. Me costaría decir lo que seguía en la historia de mi vida. Nunca lo había admitido directamente ni se lo había mencionado a nadie. Tal vez no estaba lista aun. Me re acomode en mi lugar y prosegui, saltándome el pequeño pedazo que mi corazón no podía procesar aún.

Bueno.. me fui por las ramas. La cuestión es que yo era fuerte en las batallas, creo seguir siéndolo y se que puedo proteger mi región, pero mi padre regresó. Regreso mucho más fuerte que la última vez. Tan fuerte que hasta para mi fue complicado vencerlo. Se a aliado con una organización llamada team Rainbow Rocket. Perdí contra ese bastardo, que ahora está en Kalos, destruyendo todo a su paso. Y yo no estoy allí para protegerla, porque no podía sola. Mi hermana huyó. O pensé que había huido, viendo el estado en el que termino, creo que tendré que investigar de cerca esos documentos que fotografiaste en el laboratorio. Ella me dejó una carta, decía que había decidido huir, que no soportaba la mirada crítica de papá, y que no regresaría hasta encontrar la fuerza necesaria para afrontarlo, mencionó que estaba segura de que yo protegería la región.

No voy a negar que me sentí abandonada y traicionada, pero aún así, yo hice lo mismo.

Hui.

Y así llegue aquí a Alola, guiada por la pista de unos boletos de avión que habían sido comprados con su tarjeta bancaria. Vine a buscarla, para poder regresar a Kalos y derrotar a Lysson.

Sentí una lagrima bajar por mi mejilla. Mire hacia otro lado, no me gustaba que me miren llorar, aunque confiaba en Guzmán.

-¿Que haré ahora? -

Guzman me miraba atentamente, bastante sorprendido por mi historia, el sabía que no era alguien que contaría eso a cualquiera.
Me abrazo, y junto su frente con la mía. Me sorprendí un poco por su acto, sentí mis mejillas arder un poco. El se dio cuenta y sonrió, luego limpio mis lagrimas con sus pulgares.

- ¿de que diablos te ríes? - dije mientras lo abrazaba, y rompía en llanto nuevamente. Creo que nunca e llorado tanto en mi vida, ni siquiera cuando murió mamá.

- No te preocupes, todo esta bien, ahora yo estoy contigo. No estás sola-

Sus palabras retumbaron en mi cabeza. Increíblemente este chico sabía exactamente lo que necesitaba oír.

Guzmán x ____ : Pokémon [PROXIMAMENTE EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora