³⁷ ˢᵉᶜᵒᶰᵈˢ

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Nuestra carrera musical iba de maravilla, era agotador pero era lo que amabamos. Cada show, por más agotados que estuviéramos, lo terminabamos con una sonrisa.

A medida que pasaron los años, nuestro vínculo se hizo cada vez más estrecho. Realmente éramos una familia.

Aquella tarde ordenaba mi habitación, la cual obviamente compartía con mi lindo novio. El idiota me había dejado solo excusandose de que lo había llamado la empresa, pidiéndome especialmente que re-acomodara su ropa.

Sacaba una por una las prendas de nuestra cómoda, al sacar la última camiseta, había un sobre blanco. Algo desconcertado lo tome y abri, leyendo su contenido, había una dirección.

Tome mi celular y aquel sobre, yendo a aquel lugar señalado con curiosidad.

Tome un taxi, le dije la dirección y a los pocos minutos nos acercabamos al río Han. Baje pagando el viaje, y a paso lento me acerque a aquella conocida silueta parada a la orilla del río.

JaeBeom me miraba sonriendo de oreja a oreja.

–JaeBeomie, ¿Que haces aquí? Ya es tarde. –Afirme mirando al cielo, tenía un hermoso color anaranjado y un suave tono rosa.

–Lo sé, perfecto, ¿No?

–Si, lo és. –Sonreí admirando la vista, sintiendo la fría brisa impactar contra mi rostro.

Disfrute de la suave caricia del viento, siendo cubierto por la bufanda de JaeBeom a los pocos segundos. No me queje, al contrario, inhale profundamente su aroma impregnando en su bufanda, suspirando enamorado.

Me volteé a mirarlo, mi sorpresa fue grande al encontrar a JaeBeom arrodillado y con una sortija en la mano.

–JinYoung, no te miento cuando digo que quiero pasar el resto de mi vida contigo. Eres la unica persona con la quiero caminar con nuestros meñiques entrelazados durante toda mi jodida existencia, bajo el Sol y la Luna, quiero bailar contigo bajo la lluvia, reir y besar tus labios entre la Luz y la sombra. Deseo que nuestra historia nunca llegue a su fin,

Basta.

–Porque quiero convertirme en la razón...

¡Basta!

–Por la que comiences a creer en la frase 'Juntos por siempre'.

Ya deja de torturarme...

–¿Me concederías el honor de cumplir esa promesa a tu lado? Park JinYoung, ¿Aceptarías ser mío por la eternidad?

–Carajo... –Mis ojos llenos de lágrimas terminaron sediendo, dejando salir todas aquellas pequeñas gotas. –¡Si, si si! ¡Acepto, Beomie! –Colocó aquel anillo en mi dedo anular, poniéndose de pie y besando mis labios con delicadeza.

–Te amo, Jinnie.

–Te amo más, joder. Te amo tanto. No puedo imaginar una vida sin tí, porque soy un tonto enamorado. –Carcaje sintiendo como aún las lágrimas caían de mis párpados.

De un momento a otro la tierra se detuvo, nuestras miradas se encontraron bajo la brillante luz Lunar, mi sonrisa se ensanchaba bajo su atenta mirada, apoyo su frente sobre la mía y junto con una suave caricia sobre mi mejilla, volvió a unir nuestros labios.

Prontamente, me convertiría en el esposo de Lim JaeBeom. Nada podría borrar mi gigante sonrisa.

Pero, oh no, cariño. Aquellas palabras siempre son un imán de tragedias, y acabo de condenarme entre las garras del destino.

37 segundos.

𝑂𝑛𝑒 𝑀𝑖𝑛𝑢𝑡𝑒「𝐽𝐽𝑃」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora