Capitulo 1

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Hoy es mi primer día de clases, tengo que admitir que no estoy muy emocionada, odio levantarme tan temprano.

Pero lo que me motiva cada mañana a salir de mi cama es que mientras más rápido acabe la preparatoria, más rápido estaré estudiando una carrera (la cual todavía no se), podré trabajar y así ganaré dinero para poder comprar todos los libros que yo quiera porque mi mamá ya no quiere comprarme más, dice que ya tengo bastantes, lo cual es cierto, en un rincón de mi habitación había un librero lleno de ellos.

Así que con muchísima pereza me levante hacia el baño tratando de no tropezar porque no podía abrir bien los ojos de lo dormida que todavía estaba.

Ya bañada y vestida, baje las escaleras para dirigirme a la cocina donde mamá me esperaba con un vaso de leche sabor vainilla.

–Buenos días hija.– saluda mamá con una sonrisa.

–Buenos días.–digo mientras tomo mi vaso de leche.

–¿Estas emocionada por empezar otro largooo año escolar?.– pregunto en tono Burlón, Alicia mi hermana menor que comía cereal al otro lado de la mesa con el uniforme de la secundaria.

–Obvio que si.– respondí con sarcasmo mientras me dirigía el vaso de leche a la boca.

–Más despacio ale.– dijo mamá al ver lo rápido que me estaba tomando la leche.

–No quiero llegar tarde.– si, era la típica chica que no le gustaba llegar tarde, tal vez llegaba adormilada pero nunca tarde.

–Pero si apenas van a dar 7:15.– dijo mamá.

–Lo se, pero luego me tengo que salir corriendo para llegar.– aclaré.

–Entiendo hija, pero te puedes atragantar.– regaño mientras preparaba una taza de café.

–Ya no lo hare mamá.– Fue lo que me quedo decir, no era bueno contradecir a mamá, las mamás siempre tienen la razón ¿no?.

Me termine la leche, me lave los dientes, busque mi mochila y mi patineta, me encanta patinar desde pequeña mi hermano mayor me había dado algunas clases, como el se caso hace ya un parde años me regalo su hermosisima reliquia porque claro según el ya no tenia edad para esas cosas. Me dirigí hacia la puerta para poder irme a la gran tortura de estudiar, ¿me gustaba? Si, pero es raro porque odio hacer tarea.

–Adiós mamá.– dije rápidamente antes de salir.

–Suerte ale.– grito desde la cocina.

–Adiós fea.– me despedí de Alicia.

–Adiós horribleee.

Al salir me percate que el cartel de venta en la casa de alado ya no estaba, hace ya un mes que estaba ahí supuse que pronto llegarían los nuevos vecinos al vecindario.
La casa era igual a la mía lo único diferente era él color de la fachada, era de color azul claro.

Me fui en dirección a la escuela, el día estaba soleado apesar de la hora y el cielo estaba despejado. En el camino iba escuchando nena maldición de Paulo Londra.
El instituto no estaba lejos de casa unas cuantas cuadras y ya estaba en frente del edificio de la escuela.

Al llegar, unos brazos me rodearon por la espalda, me di la vuelta para saber quien me abrazaba tan emocionado y con tanta fuerza.
Era Nahomi la chica pelinegra, una de las únicas y pocas amigas que tenía, la conocí en primer año y desde ahí se volvió mi amiga.

Nahomi era esa típica chica "popular" a la que todo el mundo quería, no era creída ni presumida, era una chica muy dulce, amable además de divertida y muy parlanchina.

Después De Tantos Años Donde viven las historias. Descúbrelo ahora