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CAPÍTULO II.
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❝ Va a pasar ¿Sabes por qué? Porque yo voy a hacer que pase ❞
Odessa
Siempre estuve acostumbrada a ser el centro de atención en cualquier lugar que me parase, era parte del encanto Hamilton. Y mi fiesta no sería la excepción.
Tenía todo fríamente calculado.
Mi padre me dejó muy claro lo importante que era que la nueva CEO de su Imperio estuviese de primera en el Hotel para recibir a todos y cada uno de los invitados, algo sobre cortesía y educación. Yo sabía que tenía razón y de estar celebrando cualquier otra cosa esa noche, hubiese obedecido sin objetar nada. No obstante, estábamos hablando de mi fiesta. Era mi velada, una gala destinada completamente a mi trabajo duro y esfuerzo; obviamente iba a sacarle todo el provecho que pudiera y llegar temprano no era una opción. Así que deliberadamente ignoré su orden, pisé por primera vez la alfombra en la entrada media hora después de la estipulada.
Al instante la lluvia de flashes y gritos eufóricos emitidos por los reporteros cayó sobre mí. No había nadie, absolutamente nadie más que yo ahí afuera. Una sonrisa petulante y sumamente orgullosa se formó en mi rostro en tanto llevaba la mano izquierda a mi cintura para posar frente a las cámaras.
Pedían fotos aquí y allá, apenas me dejaban avanzar un par de pasos cuando nuevamente me obligaban a detenerme al poner el lente frente a mí. Sin lugar a dudas mi vestido fue una de las elecciones más acertadas que he hecho en mi vida. Se trató de un corte sirena en palabra de honor con la parte superior tipo 'bustier', que realzaba maravillosamente los atributos que la naturaleza me dio; mientras que la inferior, realizada a base de encaje y transparencias, permitía a mis torneadas y largas piernas ser las protagonistas aún cuando el vestido era largo, a juego con los tacones de aguja negros. Por otro lado, llevaba el cabello suelto en unas ondas discretas, y de accesorios nada más que un juego de collar y aretes Cartier de oro blanco con diamantes.
