Ser niños

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Hemos  escuchado muchas veces:

"Disfruta, no todos es para siempre"

Y aún así, al igual que los peces

nos resignamos a estar en la pecera

.

No disfrutamos cada momento,

Dejamos de ver el mundo como un lugar 

hermoso y lleno de ilusión.

Terminamos con aquella inocencia,

qué nos hacía creer que 

un grillo era la conciencia.

Con aquello que nos hacía pensar, 

que Peter Pan podía volar 

al país de nunca jamás.

Perdimos lo que para bien o para mal,

nos hacía creer que al apagar la luz

un monstruo saldría

por debajo de la cama o por aquél ropero

que por el día

nos llevaba a Narnia.

Dejamos los juegos a un lado,

para priorizar las responsabilidades.

Y dejo de sorprendernos,

qué la luna podía acompañarnos.

Dejo de hacernos ilusión,

el hablar de Santa Claus 

o de los Reyes Magos.

Ya no nos atrevemos a

saltar el charco de agua

porque podemos manchar la ropa.

Ya no gastamos el dinero en dulces,

porque pensamos 

que un celular es mejor.

Ya no tenemos miedo de

los villanos de las películas o cuentos,

 pues ahora sabemos que no son reales.

¿Cuándo dejamos de ser niños?

¿En que momento la fantasía de crecer se hizo realidad?

Avances da risa la ingenuidad de los niños,

Cuando los ingenuos somos nosotros.

Somos nosotros por no saber 

disfrutar el sabor de la lluvia,

somos nosotros por dejar de ser unos niños perdidos

que creían en que las hadas existían.

Hay que dejar de intentar quitarles

 esa inocencia e imaginación a los niños.

Ellos no deben cambiar y seguir nuestros ejemplos,

 los que debemos cambiar y seguir su ejemplo

 somos nosotros.

Daniela M.

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