《~♡Love Can Heal♡~》

CAPITULO 5

Eran alrededor de las 8 pm, y Dewey fue el primero en despertar.

No se sorprendió mucho de despertar
en la sala, ya que siempre se quedaba
dormido allí. Intentó levantarse, pero
sintió un gran peso sobre su cuerpo; Miró hacia abajo y vió a Webby, durmiendo sobre su pecho.

Había olvidado donde estaba. Y más
importante aún, con quien.

Tomó a Webby en sus brazos y la recostó suavemente en el sofá, procurando no hacerle daño.

Derrepente Dewey sintió un poco de
pesar. Verla acostada, llena de heridas, y con su expresión indefensa de siempre, lo conmovieron. Sentía como si estuviera viendo un fragil tesoro. De hecho, sentía que no había algo más fragil en el mundo.

Su piel palida, su cabello suave, su
delgado y lastimado cuerpo acurrucado
como el de un bebé, Aquella escena era
tan Triste como Hermosa.
Dewey no entendía como alguien podría hacerle tanto daño a un ser tan puro.

Comenzó a examinar con más cuidado
sus extremidades, todas estaban llenas
de pequeñas cortaditas y uno que otro
moretón. Lo peor fue cuando llegó a su
rostró, un rostro que apesar de estar tan maltratado, era simplemente perfecto.

Dewey estaba indignado, e
inconcientemente soltó una lágrima.
Derrepente dejó de mirarla y se sentó
rapidamente al costado del sofá. No
soportoba ver más, solo podía pensar en lo mal que Webby la había pasado.

Era la primera vez que Dewey se sentía
de esta forma, una profunda tristeza se
apoderó de el, y unas cuantas lágrimas
más salieron de sus ojos. Depronto una dulce y apagada voz lo sacó
de sus pensamientos.

—¿Dewey?—Susurró Webby, quien ahora estaba despierta.

El de azul se secó rapidamente las
lágrimas.

—Oh, hola Webby... ¿Dormiste bien?—Preguntó Dewey tratando de enderezar su voz quebrada.

Aquella pregunta la incomodó un poco, le dió vergüenza haberse dormida así de la nada.

—ah...eh..si...—balbuceó.

Hubo un silencio incómodo.

—Bueno... ya se esta haciendo tarde
y...creo que aún necesitas descansar.—Dijo Dewey.

—Oh...esta bien, b-buenas noches Dewey...—Dijo la del moño antes de irse.

—Descansa...—Dijo el de azul con los
animos por el suelo.

Una vez Webby se fue, Dewey fue
rapidamente a la oficina de scrooge.
Subió las escaleras y estando a unos pasos de la puerta, escuchó la voz de scrooge, que parecía estar discutiendo con alguien.

"¡Como es que fueron tan insensibles!"
"¡Acaso no pensaron en las consecuencias que esto puede tener en ella?"

Dewey no tardó mucho en descubrir con quien estaba hablando scrooge. O más bien, con quienes.

Abrió la puerta y se encontró con sus
hermanos, que estaban achantados con
los regaños de scrooge. Tan pronto como escucharon la puerta abriendose, todos los ojos se posicionaron
en Dewey.

—Ah, Dewey, eres tú—dijo scrooge,
ignorando por completo a los otros dos
hermanos y dejando su regaño a medias.

—Perdón por interrumpir.—Dijo Dewey fingiendo que lo sentía, en el fondo disfrutaba de que sus hermanos recibieran su merecido.

—Ah, esta bien...igual ya terminé con ellos—Dijo scrooge en un tono burlón, para remarcar el regaño.

—Como sea...¿Ya podemos irnos?—Preguntó Louie irritado.

Scrooge asintió y los hermanos salieron
de inmediato.

—Dime Dewey, ¿que ocurre?

—¿Estan en problemas?—preguntó Dewey mientras señalaba la puerta por la que habían salido sus hermanos.

—Ah, solo los castigué por una semana...—Respondió Scrooge.

—Es justo.—Dijo el de azul con una pequeña sonrisa burlona.

—Dime, ¿Como esta Webby?—preguntó
scrooge con un tono más serio.

—Mejor, creo...—respondió.

—Eso espero, la pobre chica ha tenido que soportar mucho...

—Sobre eso...creo que lo mejor sería
llevarla a un hospital, esque tiene muchas heridas y...aún estan abiertas...creo que aún no esta recuperada del todo...—La voz y el rostro de Dewey reflejaban su preocupación.

Scrooge se quedó pensativo por
unos segundos, hasta que finalmente
reaccionó.

—Tienes razón Dewey, he estado tan
ocupado trabajando que no le he dado
importancia al asunto...nisiquiera
he hablado con ella sobre su
recuperación...y no solo hablo de lo
fisico, también pienso que debería ir a un psicólogo....—Propuso Scrooge.

—¿Un psicólogo?—preguntó el de azul.

—¡Claro Dewey! Su situación es muy
lamentable, su madre no solo la
golpeaba, también la trataba muy mal, la humillaba....necesita desaogarse,  superar sus traumas...—dijo scrooge cada vez más preocupado.

Dewey no soportó más. Había sido
demasiada desgarradora información. No quería seguir escuchando como su nueva amiga tenía uno de los pasados más dolorosos.

—Entonces..¿Que harás?—preguntó
Dewey.

—Mañana la llevaré al medico, necesito
saber que tan herida esta...luego
hablaremos del psicólogo..

—¿Puedo ir contigo?—Soltó de golpe.

—Claro, si eso quieres...—Respondió
Scrooge.