Strangers [Renga]

El primer adiós

Recordaba perfectamente la sensación del viento golpeando su cara, era bastante agradable después de haber pasado tanto tiempo patinando, apoyo la espalda contra un árbol y se permitió cerrar los ojos un momento. Había sido un día agotador.

-Cherry nos va a matar si llegamos tarde de nuevo - le dijo el peliazul interponiéndose entre los rayos de sol y él.

-Ven - dijo haciendo un puchero y extendiendo los brazos como si fuera a abrazarlo - solo un rato más

Escucho como suspiraba, aun así, hizo caso y se sentó a su lado apoyando la cabeza en el hombro del pelirrojo.

Reki abrió un poco los ojos para ver a su novio, la luz que golpeaba su cara delineaba su perfecta silueta, pensó que era hermoso.

Se sentía tranquilo.

No era un gran recuerdo. No era la primera vez que patinaron juntos o su primer beso, no era la ocasión en la que decidieron vivir juntos o la vez en la que dijo que algún día llevaría el apellido Hasegawa.

Era un lindo recuerdo de un día completamente normal.

Pero quería conservarlo.

Aunque fuera solo ese.

Las ddiscusiones, las promesas rotas, el dolor que sentía cada vez que veía a través de esos ojos azules como el cielo, todo eso podía irse.

Apretó los ojos para evitar que las lágrimas salieran, no quería que su tristeza manchara tan bello momento, aunque no importara dentro de unas horas nada de eso.

El calor iba desapareciendo poco a poco, la brisa ya no soplaba en su rostro y no había nadie a su lado.

Y en un instante, el recuerdo de un día soleado desapareció de su memoria, junto con tantos otros que había vivido con Langa.

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Kaoru no se atrevía a abrir el sobre blanco.

Sabía lo que decía, todos lo sabían con solo ver el remitente. Aun así Langa le había pedido que se lo leyera, como si de alguna forma el no verlo el mismo haría todo eso menos real.

Abrió el sobre y sacó la pequeña tarjeta amarilla escrita a máquina, el ya había recibido la suya, al igual que todos los que eran cercanos a ambos chicos y sabían de su relación, Langa había sido el último en llegarle.

"Querido Langa Hasegawa.

Reki Kyan lo ha eliminado de su memoria. Por favor nunca le mencione su relación de nuevo.

Gracias."

Y con esas simples palabras, mató de una buena vez lo que quedaba del ya roto corazón del peliazul.

Parecía una estatua, completamente inmóvil y pálido, las lágrimas caían una tras otra de sus ojos sin importar que aún no procesaba lo que le acababa de decir su amigo.

"Desearía nunca haberte preguntado si querías aprender skate, desearía nunca haberte conocido"

Las palabras que le dedico el pelirrojo antes de tomar sus cosas y abandonar el departamento que compartían en su última pelea llegaron a el como una flecha atravesando su pecho.

Nunca creyó que lo decía en serio.

Dentro de él aún quedaba una pequeña pizca de esperanza de poder seguir en la vida del chico, aunque fuera como amigos, poder seguir viendo su sonrisa.

Que ingenuo era.

Desde el anuncio de ese nuevo tratamiento en el que se podía eliminar algo o alguien completamente de la memoria, se había vuelto un éxito. Para las personas era algo tan sencillo como ir a cualquier consulta normal con un dentista.

De todos modos, los recuerdos no son más que señales eléctricas y químicas en nuestro cerebro. Bastaba con ubicar las zonas en donde estaba esa información específica que se quería extraer, reemplazarlas y ¡listo! Como si nunca hubiera pasado nada.

Años y vidas completas borradas en un segundo.

¿Por qué sufrir cuando se podía olvidar el dolor?

-¿Donde ...?

-No - lo detuvo Cherry sabiendo exactamenteque era lo que iba a preguntar- No puedes ir a buscarlo, te haría más daño a ti que a él, ademas ya volvió a Tokio.

-¿No me dijiste antes a propósito? -Pregunto sintiéndose traicionado.

Era cierto. Joe y él decidieron no decirle nada a Langa hasta el día en el que partiera a Canadá y no tuviera tiempo de buscarlo, sabían lo impulsivo que podía ser el peliazul, en especial si se trataba de Reki, y lo último que querían era que llegara como un loco reclamándole por algo de lo que él pelirrojo ya no era consiente.

-No puedes hacer nada, sigue con tu vida, él decidió hacerlo.

Las palabras le supieron amargas cuando las pronunció. Sabía que sonaba como un monstruo sin corazón, pero no encontraba otra forma de que el peliazul entendiera, de todos modos, el que había prolongado la relación aferrándose a ella era Langa.

Habían empezado a salir poco tiempo después de que Langa compitiera por primera vez contra Adam y, naturalmente, su relación siguió cuando ambos entraron a la universidad. Y es que Langa y Reki eran el complemento del otro, su amor era como el fuego, tan cálido, brillante, intenso, tan hipnótico que podías hacer crecer la llama sin darte cuenta de que te estabas quemando. Y justo eso fue lo que les pasó.

Ambos se quedaron en silencio por un buen rato.

Langa solo se preguntaba como podía seguir sin Reki, sin la persona que le había enseñado a volver a sonreír, con la que había aprendido que era el amor ¿Como seguir sin si otra mitad?

La respuesta era sencilla.

-¿Reki te dejó el anillo que le había dado, verdad?

El primer paso era reunir todas las posesiones relacionadas con aquella persona que se quería olvidar.

-Langa... espera un minuto ¿si? -Se apresuró a decir el pelirosa - No creo que estés en condiciones de tomar una decisión como esa...

-Dijiste que siguiera con mi vida, eso pienso hacer.

No supo que más decir. Sabia que su amigo estaba siendo totalmente impulsivo e idiota pero no podía detenerlo, estaba en su derecho de hacer lo que quiera con su cerebro y si ya había apoyado a Reki para hacer el procedimiento, no tenía ninguna excusa para decirle a Langa que no lo hiciera aparte de que era demasiado por un rompimiento adolescente.

Se acercó a uno de los cajones de su oficina, sacó una caja más pequeña y le entregó el contenido al menor. Langa ni siquiera hizo el intento de mirar en su interior antes de guardarla en su bolsillo.

Los recuerdos no son más que señales eléctricas y químicas que se almacenan en nuestro cerebro, señales que lastiman y dejan heridas permanentes. Sus recuerdos de Reki no eran más que eso ahora, así que si podía extraerlos ¿Por que no hacerlo?

Así fue como Reki Kyan desapareció de la memoria de Langa para siempre.

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Buenas :)

Bueno, pues vivo debajo de una piedra y apenas me vengo enterando de que se anunció la segunda temporada de SK8.
Así que aprovechando eso, quería publicar esta historia que lleva tiempo en borradores.

Espero que les guste 💕 díganme que opina.

Gracias por leer.