Cadenas

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⚠️🔞 ADVERTENCIA , CONTENIDO ADULTO, SEXUAL, VIOLENTO, VERBAL,GORE🔞⚠️

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Nombre : Yamada Hikari 

Edad : 16 años

Ocupación : Estudiante de artes malditas

Grado : Novato // Primer año

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—Hikari abrió los ojos, confundida al despertar en la oscuridad total. Si aún no había salido el sol, ¿por qué la habían despertado de su sueño?

Se enderezó para sentarse en su cama, cuando la razón por la que se había despertado volvió a sonar.

Toc, toc, toc...

Tres golpes en su puerta, lentos y pesados.

Sintió que los restos de su sueño la abandonaban instantáneamente. A esta hora, solo había una persona que llamaba a su puerta de esta manera.

—«Vamos, Yamada, sé que estás despierta. Puedo olerlo».

Esa voz...

Se estremeció de la cabeza a los pies, y su cuerpo reaccionó sin que ella pudiera controlarlo. Fue por ese maldito e inviolable pacto, tan pronto como escuchó esa voz, el cuerpo de Hikari se calentaría y entumecería con una excitación malsana, extraña.

—«Sal». Hikari siseó, sus dedos agarraron su edredón, cuando sintió que su cuerpo comenzaba a temblar.
Luchar contra las reacciones que esa voz provocó en ella fue un verdadero suplicio. Cada vez.

Maldito sea Sukuna...

Comenzó justo después del torneo, una noche, después de que Nobara, Megumi y Hikari terminaron de acostar a Yuuji. El pelirosa se había debilitado y se había desmayado.

Megumi habia caminado silenciosamente hasta la puerta del corredor, mientras se extendía la charla. Saliendo de la vista de ambas en un instante.

—«Vuelvo». Nobara había dicho, quitándose el polvo de la falda: —«¿A menos que puedas quedarte con él?»

Lo había dicho en un tono que no dejaba ninguna duda de que no quería volver. Hikari reprimió una sonrisa y ella se encogió de hombros. «Voy a quedarme».
Nobara sonrió satisfecha y se fue, sin mirar más a los otros dos.

«Ya es muy tarde, tengo tanta hambre y estoy tan cansada». Pensó.

Hikari suspiró y también se levantó, con la idea de ir a buscar un vaso de agua para ponerlo en la mesita de noche de Yuuji, porque seguramente tendría sed al despertar, cuando una mano poderosa la agarró del brazo.

Hikari miró hacia abajo, alerta al instante. El aura que emanaba del cuerpo de Yuuji ya no era el suyo, sino el de su malvado anfitrión.

Trató de tirar de su brazo, la parte de atrás de su cuello se erizó. Sintió una fascinación mórbida con este monstruo y el miedo feroz que invocaba en ella.

«Finalmente sola. Realmente creí que esa chica nunca se iría». Sukuna se enderezó en una posición sentada, usando el cuerpo de Yuuji como una marioneta vulgar.
Era demasiado extraño, cada vez, verlo así.

—«¿Qué quieres?» Murmuro. Preparándose para luchar, aunque sabía que no estaba a la altura.

Sukuna se burló, —«Relájate, no estoy aquí para matarte. No todavía, al menos».
Se lamió los labios, sus ojos brillaban con un brillo aterrador y completamente malsano.

El Pacto  |Sukuna x Reader|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora