Escondida en el rincón más profundo de mi imaginación y pensamientos, los objetos se veían rápido por la ventana del coche, y aunque las gotas impedían ver las calles de New York, la luz de los locales y edificios ayudaban a mi visión a ver el resto de la ciudad.
Era de noche, concretamente las 12:30 am, estaba a punto de dormirme pero el coche estacionó.
-Ya hemos llegado señorita Bianco- a pesar de que la música sonaba en mis auriculares, escuché la voz del chofer. Tras escucharlo, baje de el auto y entré en mi edificio lo más rápido que pude evitando a la gente que siempre estaba por ahí.
-Gracias- añadí cerrando la puerta del auto y me dirigí hasta la puerta de entrada, que estaba llena de algunos fotógrafos y algún que otro periodista que preguntaba cosas que yo no respondía.
Camine hacia la puerta, esta se abrió gracias al portero del edificio privado.
-Buenas noches señorita Bianco- saludó el portero, lo salude de vuelta y me sube al elevador.
-𝑃𝐿𝐴𝑁𝑇𝐴 13-
Salí de este y cruzando el pequeño pasillo/corredor abrí la puerta.
Lo primero que hice fue poner a cargar el teléfono y coger mi pijama y ropa interior para meterme a la ducha rápidamente.
Solté un suspiro.
Estos días todo era un poco difícil, la presión del director de la agencia era muy insoportable.
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Honey- Justin Bieber
AcakDonde Irina cumple sus sueños abriéndose camino en el mundo de la fama.