Prólogo

7.8K 319 97
                                    

Era el año de 1503, concretamente el 18 de Septiembre, y este día finalmente llegaba a su fin.

Las concubinas del Harén encendían las antorchas que iluminaban los pasillos del castillo, mientras que los cocineros preparaban la cena para el sultán cuando de repente una mujer de cabellos oscuros pasó corriendo por los pasillos, sosteniendo toallas limpias, alterando completamente la rutina de los demás.

-A UN LADO, AUN LADO LA SULTANA LAUREN ENTRÓ EN LABOR DE PARTO-todos se quedaron anonadados al escuchar a la mujer.

-no es muy pronto para que nazca?-preguntó una de las concubinas a otra.

-no lo sé, yo acabo de llegar-

-ay espero que Alah ampare a la sultana y alivie su dolor-

-¿que hacen ahí paradas?-exclamo la administradora del Harén -A TRABAJAR- las chicas continuaron con su lavor.

En los aposentos del sultán

-mi sultán, maravillosas noticias-dijo uno de los esclavos del sultán-eh recibido la noticia directamente de la administración del Harén-

-¿que pasa?-dijo Roberth firmando documentos

-la sultana Lauren..... Entro en labor de parto-Rob lo miro sorprendido-en este momento la partera esta haciendo lo imposible para que su hijo nazca de una manera segura-el sultán sonrió

-ve al Harén, tu me trairas las buenas noticias-el hombre hizo una reverencia y sin darle la espalda se retiro.

En los aposentos de Lauren

-vamos sultana un poco más-dijo la partera

-Alah voy a morir-dijo lauren agotada mientras una de sus concubinas limpiaba su sudor-dime que falta poco-

-ya salió la cabeza sultana, un poco más y estará hecho-Lauren comenzó a pujar con todas las fuerzas que le quedaban mientras sus concubinas tomaban sus manos-ya casi, solo un poco más-

Lauren respiro agitada-no puedo, no puedo, no puedo-otra concubina le dio un sorbo de agua

-usted puede mi sultana-dijo una de las concubinas mientras tomaba su mano

Nuevamente lauren tomó las fuerzas que aún le quedaban y comenzó a pujar, apretó las manos de sus concubinas y tenzo la mandíbula, todo su cuerpo estaba sudando debido al esfuerzo pero sin embargo todo valió la pena cuando unos minutos después. Se escucho lo que parecían ser pequeñas carcajadas, fue entonces que Lauren respiro

-¿esta riendo?-preguntó Lauren confundía

-si sultana-dijo la partera muriendo de ternura-es un saludable y risueño niño-Lauren sonrió orgullosa y feliz para después recostarse completamente

-la risa es un muy buen augurio, seguramente será un gran sultán-dijo la concubina mientras la partera se lo entregaba a lauren

-oh mi pequeño-Lauren beso la frente de su hijo-Riut-llamo a la concubina que le habló-reparte oro y dulces en el Harén, hay que celebrar a lo grande.... La llegada del primer hijo del sultán-

-como ordene sultana-

-quiero que haya risas, para honrar la manera tan risueña en la que el mundo recibió a mi hijo-todas las concubinas acintieron

Tres días después en otra arte del mundo.

Los gritos de la mujer llenaban toda la habitación, no había nadie quien tomará su mano ni quien recibiera al bebé por nacer, ella estaba sola y sola recibiría a su hijo.

Finalmente tras un grito lo suficientemente fuerte para que la garganta de la mujer ardieran, sintió como el bebé salió completamente, respiro agitada hasta relajarse, tomó un cuchillo y corto el cable ombilical.

Los llantos de la niña recién nacida no habían comenzando por lo que su madre la creyó muerta, aliviada por este hecho se levantó y tras sacar la placenta simplemente se fue de ahí aliviada por no tener que ser madre.

Lo que no contaba era que esa pequeña niña, tenía otros planes y apenas salió de esa casa. Abandonada la niña comenzó a llorar tan alto que fue levemente oído por un hombre del mercado frente a esa casa.

Curioso, dejó su puesto de pescados y comenzó a caminar en dirección a la construcción. La madre al ver esto comenzó a aselerar su paso pero ya era tarde.

El hombre se quedó anonadado al ver a la bebé tirada en el suelo llorando rogando por el calor que había recibido durante nueve meses, reclamando a la mujer que se lo había dado.

Este hombre rápidamente se despojo de su abrigo y cubrió a la recién nacida cargandola para salir del lugar.

El llanto de la niña era tan fuerte que la mayoría de las personas que estaban cerca lo notaron y estas llamaron la atención de quienes no. Pronto todo el mercado se dio cuenta del nacimiento de esa niña, al igual que su abandono.

Por otra parte la madre se encontraba aliviada de estar lo bastante lejos de la aglomeracion, sin embargo su paso fue bloqueado por un par de oficiales.

-¿usted creyó que no vi?-dijo uno de ellos-¿sabe perfectamente que es ilegal abandonar a un recién nacido-

-yo no tengo nada que ver, no sé de qué hablan-fue tomada por ambos oficiales y la llevaron hasta donde se encontraban las personas quienes al verla inmediatamente se dieron cuenta de que se trataba de la madre de la pequeña.-SUELTENME-

-MALA MADRE-gritaban algunas mujeres al igual que le lanzaban tomates y huevos

-MADRE ACESINA- gritaron otros sabiendo que la intención de la mujer era dejar a la recién nacida a morir

Finalmente luego de que otros dos oficiales llegarán y controlaran la situación esa pobre mujer fue ejecutada en la orca, mientras que la niña quien ya había dejado de llorar seguía en los brazos del hombre que había escuchado su grito de la vida.

-yo te cuidare-dijo el hombre

-la cuidaremos más bien-dijo su esposa por lo que ambos sonrieron cumpliendo finalmente su sueño de ser padres.

Lo que ninguno de los dos bondadosos mercaderes sabia en ese momento es que habían aceptado criar.

A la que sería la sultana más poderosa del mundo.


Lo prometido es deuda, yo se los propuse a ustedes les gustó la idea pues aquí tienen

Amor en el sultanato(corregiendo) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora