💎El Juego del Laberinto💎

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Parte dos

-tenemos suerte de que la esposa del sultán haya vuelto al palacio-hablo Jack bajando del palacio junto a Noah-así no tendremos que preocuparnos por toparnos con ella-

-pero.... ¿Que no es hoy la boda de Mace? Como vendrá a orientarnos-

-me dejó previas instrucciones-le mostró un pergamino-ven entremos-ambos comenzaron a caminar en dirección del palacio-luces un poco nervioso-

-nunca eh pintado murales, solamente dibujo-

-tienes bastante talento, da igual si es en un pedazo de papel o en un muro enorme, me consta que harás un gran trabajo-respondió Jack-y con el dinero que te den como pago.... Creo que sería suficiente para seguir buscando a tu prometida-

-eso espero, realmente necesito verla otra vez.... Me eh preocupado por ella tanto estos casi cuatro años de separación-

-y si no es indiscreción.... No te has puesto a pensar en la posibilidad de que bueno tu sabes..... ¿Se haya casado ya con otro hombre? Es decir... Es una mujer sola sin padres que la cuiden, sabes que una mujer en esa situación no puede seguir... Necesita protección-

-creeme que pienso en eso todos los días, sin embargo se que mi capullito me ama tanto como yo, espero que ese amor haya sido suficiente para esperarme-

-bueno si tu lo dices-

Palacio Topkapi

Tras dar el anuncio el hombre dio un disparo al aire y oficialmente el juego comenzó, fue demasiado tarde para que lauren enviara a alguien por sus nueras.

Ahora nadie podía entrar o salir del laberinto hasta que los novios salieran.

Las concubinas recorrían los caminos con muros naturales, algunos de ellos tenían flores. Pero no eran cualquier tipo de flores, éstas eran comestibles, sin embargo al comerlas, una especie de droga recorrerá el torrente sanguíneo, la energía aumentará y la agresividad también. Sin embargo la visión se verá afectada haciendo que cualquier persona con colores parecidos a otra se vea exactamente igual que esta.

Eh ahí la razón de porqué sin importar el tono de cabello o el tipo de cuerpo, las nueve concubinas elegidas vestían igual que la novia. Era para causar mucha más confusión en el novio quien a diferencia de los otros hombres quienes podían o no consumir de estas flores, el tenía que hacerlo.

T/n caminaba de tras de Millie, lo suficientemente lejos para que la castaña no la notará, tenía que mantenerla a raya, ubicada para así evitar que el sultán fuera hacia ella.

Sin embargo la ansiedad atacó al ver a uno de los pashas claramente bajo los efectos de la droga caminar hacia ella... Inmediatamente la palabra "esto fue una mala idea" golpeó su mente.

Se consentro tanto en evitar ser alcanzada por el hombre que terminó perdiendo a la Sultána.

-carajo-se dijo así misma, sin embargo sintió alivio al ver a él hombre fijarse en otra de las concubinas quien atrevidamente cual sirena, lo llamaba.

-bien un problema menos.... ¿Donde estas Millie?-

-creo que deberías consentrarte en mi-la gruesa voz de su Sultán la hizo estremecer al igual que las manos de este posandose en su cintura-me alegra que hayas venido-

La sultana se volteo para verlo a los ojos-no comiste la flor-

-no la necesito para divertirme-corto una del muro del otro lado-pero si tu quieres-se la ofreció

-no.... Tienes razón, no la necesitamos-aidan sonrió y coloco la flor en la parte trasera de la oreja de su esposa.

-te queda divina-ambos sonrieron para después besarse.

Amor en el sultanato(corregiendo) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora