Bienvenida a casa

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La casa era realmente grande cuando la veías desde adentró, papel tapiz bonito y una gran living junto a unas escaleras de madera, la verdad pensé que la casa sólo era de dos pisos, pero cuando gire mi vista hacía arriba pude ver un pasillo con un barandal de madera y una puerta que te llevaban a otro piso, algo así como un ático.

-¿Quieres un poco más de té? - me sonrió el viejito sentándose frente a mi -

-No, estoy bien - sonreí -

Luego de unos minutos en silencio me sonrió y hablo nuevamente: -Te preocupe, ¿No es así? - dijo -

Asentí apenada y luego reí bajo.

-Tenía miedo de que le pasará algo...por alguna extraña razón pensé que moriría, quizá la muerte de mi madre me está afectando... - susurre -

El viejo anciano sonrió y se levantó de su lugar.

- Me recuerdas tanto a aquel chico - dijo recogiendo su taza y me levanté de inmediato para ayudarlo a llevar las cosas a la cocina -. ¿Cuál era su nombre? - dijo pensando mientras se apoyaba en la mesa -...¿Beom?, ¿Bogumm?...ahhh, realmente no lo recuerdo

Sonreí - Seré como usted...o bueno, ya lo soy - me reí bajo -

-¿A qué te refieres? - dijo sonriendome -

-Tengo 17 años y muy apenas y puedo recordar mi nombre - el viejito rió divertido -

-Ahhh, los jóvenes de hoy en día - se burló -. Aún así, recordé el nombre, es Beomgyu - se río -. No me subestimes

-Claro que no lo hago - dije riéndome bajo -.

- Es tarde, ¿Te gustaría quedarte o regresaras a tu auto? - me pregunto -

-Hum...en realidad me gustaría quedarme - dije -. Claro, si no le molesta a su esposa.

-Oh no, no, no, mi esposa se la pasa dormida todo el día, está enferma y muy apenas y puede levantarse - dijo -. Yo soy el encargado de toda la limpieza aquí en está casa.

Asentí aún insegura.

-Puedes dormir en el cuarto que está subiendo las escaleras, el de al lado es el de mi esposa - sonrió -. Yo iré a dormir ahora mismo, estoy agotado y tengo que despertar temprano por la mañana.

Asentí y subí justo detrás de el, la habitación estaba limpia, una cama individual en una esquina y una mesa, un closet frente a la cama y era todo, sólo que no había una ventana; sin embargo el lugar estaba muy bien iluminado.

Me acosté en la cama y al instante me quedé dormida,  me sentía bien.


Al día siguiente me desperté y el desayuno ya estaba echo, y un alegre viejito regaba las plantas del jardín delantero, le quise ayudar sin embargo no me dejo ayudarlo, y a cambio yo sólo me di un paseo por la casa, recorriendo todo, descubrí que había una puerta en el living que llevaba a lo que era un sótano y luego había otras escaleras más abajo que te llevaban a una cochera.

Eso era todo, sólo un living, una sala, una cocina y una puerta en ella, pero estaba cerrada, así que sólo supuse que quizá sería un lugar en el que almacenaban cosas.

Pronto regrese al frente con el viejito y comencé a platicar con el, le conté acerca de mi madre y el me contó de su hija fallecida, la cual estaba embarazada y la bebé que venía en camino murió junto a ella. Me contó que su esposa empeoro desde ese momento y cayó en depresión por lo que su salud comenzó a deteriorase.

Sin darnos cuenta comenzaba a oscurecer y el viejito dijo que era mejor entrar, ya que comenzaba a refrescar.

-Te irás ahora, ¿No? - dijo sonriendome mientras me extendía  una bolsa - es una pena, pero muchas gracias por tu compañía, no es mucho, pero tomalas.

Abrí la bolsa curiosa y vi unas galletas.

-Muchas gracias, no se hubiera molestado - sonreí -. En serio, muchas gracias por todo.

- No es nada, puedes regresar cuando gustes, quizá conozcas a mi esposa la siguiente vez - dijo animado -. Anda, vete antes de que se haga más tarde.

Asentí y salí despidiéndose del agradable viejito , sin embargo me detuve.

- No quieres regresar, ¿No? - dijo -

-No...en realidad me mandaran con mi padre y...y no quiero eso...

-Puedes quedarte el tiempo que quieras - dijo -. Tu compañía no me vendría mal - sonrió -

Sonreí y asentí.

-Haya nadie me necesita, mi madre ya no está y no tengo a nadie más - sonreí caminando de regreso -

-Bueno, eres más que bienvenida a casa - sonrió y me dejó pasar nuevamente -

Los días comenzaron a pasar y sin darme cuenta comenzaba a encariñarme del anciano, hablábamos todos los días y nos repartiamos la limpieza, cocinaba para ambos y luego nuevamente hablábamos mientras veíamos la vieja televisión.

Me sentía agusto, sin embargo no fue hasta la quinta noche en la que nos percatamos de algo.

-¿Qué fue eso? - ambos estábamos en la sala comiendo galletas y te -

-¿Aún sigue aquí? - murmuró por lo bajo -

-¿Qué es? -  le pregunté curiosa -

El viejito me sonrió - Un apache, pensé que quizá ya se había salido, pero de seguro volvió a entrar.

-El ruido es de abajo

-Recoge esto, me encargaré de sacarlo - dijo tomando un bate que estaba dentro de un mostrador en la esquina de la sala -

Asentí y recogí mientras veía como el bajaba al sótano.

Esa noche no pude dormir, simplemente no podía, la cama por alguna extraña razón ese día se sentía incómoda y dura, la habitación fría y la casa demasiado silenciosa.

GRANNY; TXT BEOMGYUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora