A veces el dolor se intensifica tanto en el pecho, que pareciera que va a salir a la luz.
Como si el dolor tuviera vida y saldrá del pecho.
Como si me ahogara en una laguna sin retorno.
Como si nadara hacia a la orilla y jamás la alcanzara.
Un dolor que parece tirar mientras intento salir a flote y nado y nado, y veo la luz a lo lejos, pero jamás se acerca.
Mientras más intento nadar hacia la superficie, más se aleja.
El dolor me come como si tuviera mi vida puesta en ello, como si la vida no tomara más sentido que llegar a morir.
Como si las palabras no bastaran para aguardar tanto sentimiento.
Como si los sentimientos fuera tan grandes, que son arrancados del pecho.
Una pena que come tanto
Un dolor que se alimenta tanto
Que se ha comido todas mis reservas
Me da dejado muerta.
