Al final del día, cuando veo el día que corresponde a la semana en el sobre de pastillas, me doy cuenta que solo estoy existiendo, si es que así podría llamarle. "Martes" dice, ¿ya es martes? Me pregunto, dándome cuenta que ha pasado un día más en que no he hecho nada por mi vida, un día más de una semana más, de otro año que se me va, un día más que me va quitando la vida y que yo dejo que me lo arrebate de las manos. Un día más en que sigo siendo meticulosamente miserable.