Capítulo 7

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-Las cosas podrían mejorar si tu quisieras y me duele estar luchando por ambas- mis palabras salen casi sin pensarlo, mis  manos me estaban temblando, era la tercera vez en la semana que peleabamos por lo mismo y sinceramente no sabia cual era el puto problema.

- Las dos nos estamos haciendo daño, me estoy perdiendo cuando estoy contigo, es necesario separarnos- 

Me despierto abruptamente, el recuerdo de la conversación que tuve con Belén hace casi dos meses seguían en mi mente, últimamente invadía mis sueños más de lo que podia soportar.

 Lo primero que captan mis oídos son los sonidos insistentes de la puerta, casi por inercia me levanto rápidamente y voy casi a trompicones, los múltiples juguetes de Luna se encuentran a lo largo del todo el pasillo, tendría todo el dia para ordenar el piso.

- Que bueno que ya estás despierta- No era raro que Ricky llegara a mi piso a primera hora del día con un par de bolsas del desayuno. 

- ¿Por qué llamas a la puerta si tienes las putas  llaves?- cierro rápidamente la puerta. Tanto Ricardo como Dama tenían un duplicado de la llave para cualquier emergencia, aunque realidad podría parecer una locura el confiarle las llaves a esos dos. 

- Qué sé yo, Mimi, nunca se sabe cuando te traes alguien al piso- dejando el desayuno en la cocina, mientras que yo lo espero sentada en el sofa - Ayer te has ido muy deprisa y como Luna no estaba en la casa, supuse que habría alguien más esperando. 

-Que cabron eres- lo digo alto para que se entere. Tenía tantas cosas en la cabeza que en lo ultimo que podia pensar era en follar, todos lo sabían, mi única prioridad en este momento era  Luna y aunque trataba de negarmelo seguía teniendo en cuenta a Belén en mi vida. 

- Pues ya te digo que mucha falta te hace, tía, no tendría nada de malo que salieras con alguien de vez en cuando- lo decía concretamente por que después de los show que dábamos en su Pub como el de anoche, se acercara algún tío o tía a pedirme mi numero o invitarme un trago, por mi parte siempre era la misma respuesta, un no.

- Yo sé que es tu vida y la decisiones que das no las puedo juzgar, pero es momento que se des la vuelta a la página, si Belén no quiere, otra habrá en la fila- ahí estaba de nuevo - Y no digas que es por Luna que esa es un historia muy diferente, no vas a ser mala madre porque necesites un polvo- le corto de inmediato, ultimamente exageraba con ese tema en particular. 

- No seas tan pesaó que es muú de mañana, mejor tira a desayunar que hay muchas cosas que hacer- dije antes de dirigirme a la cocina sabía que lo decía con las mejores intenciones, pero aún no estaba lista para aceptarlo. 

Después de desayunar tranquilamente, la faena completa iniciaba, Ricky está a cargo de la cocina y yo de cambiar las sábanas y prácticamente hacer las habitaciones, ordenar la habitación de Luna siempre era una misión compleja, ella tenía su propio sistema de organización y entrar se requería de saber dónde poner las cosas si es que no quería meterse en problemas con sus hija.  La última habitación por la que organizar era la suya o mejor dicho la habitacion de Belén.

 Solo entrar en la habitación principal, la que era nuestra, se me revuelve el estómago, los sentimientos son tan fuertes que me niego a entrar, el hecho de recordar que hace casi un mes que Belén se fue me hace sentir  débil, incapaz de dormir solo en esa habitación, es esa parte que no quiero aceptar, son cenizas a las que me estoy aferrando.  El solo hecho de abrir la puerta hace que un escalofrío recorra mi cuerpo, los múltiples recuerdos que tengo con Belén llegan sin previo aviso, es tan raro que ahora  no podamos estar en el mismo lugar sin sentirnos incómodas.

No, tú no || Miriam2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora