Capítulo 8

666 49 2
                                    

Estaba entrando al hospital. Hoy estaría con Derek, y lo primero que haría sería preguntarle por lo sucedido anoche.

T/n: Entonces, ¿Qué pasó con Addison?

Derek: No mucho, hablamos un poco.

T/n: Es linda ¿no crees? -digo, mirando al paciente, que aun dormía.

Derek: Sí, pero tú no -me señalo con la lapicera y soltaba una sonrisa.

T/n: "No" ¿A qué te refieres?, cómo puedes creer que haría algo así -comento con gracia.

Derek: ¿Segura que no lo harías? -niego y él ríe.

Addison es linda, ¿no?. Bueno, cómo puedo preguntar algo como eso sabiendo cuál es la respuesta. Es buena persona, o sea, no la conozco del todo, pero es buena persona. Claro todo a simple vista.

Seguí a Derek por el pasillo. Cuando Addison nos detiene.

Addison: Al final era mentira lo que decías, T/n. Ya descubrí quién es -Derek me mira confundido y esperando una respuesta al respecto-. Cambiando de tema. ¿Cómo están?

Meredith: Dra. Montgomery, lamento la tardanza -interrumpe llegando junto a la antes nombrada.

Addison: Grey, diez minutos luego de que haya llamado, ¿te parece bien? Espero que hayas disfrutado tu café de media mañana, y camina -ordenó dándose vuelta para empezar a caminar por el pasillo seguida por la Dra. Grey.

Agradable persona y sabe lo que hace.

Solté una risa.

Derek: ¿En serio te parece gracioso?

T/n: Sí -deje un golpe en su hombro para alejarme.

Había llegado la hora del almuerzo e iba camino hacia la cafetería.

Alex: T/n, lamento.

T/n: Dr. Karev, para usted Dra. Fox -digo interrumpiendo, pero con una sonrisa.

Alex: Dra. Fox, perdón. Enserio lo lamento, yo no quería y de todas formas me metí su relación.

T/n: ¿Lo sientes?, no sé qué es lo que te preocupa tanto -niego y bajo para mirar la libreta que tenía en mi mano.

En serio hay personas que se molestan en hablar sobre una infidelidad. Que ridículo, pero en este caso es entretenido.

Alex: Dra. Fox.

T/n: Que pesadito eres -solté un bufido-. Pero bueno, te escucho atentamente.

Me irritaba su forma de hablar. La verdad es que no me impresionó la cantidad de mentiras y excusas que decía cada dos palabras.

Mi madre siempre me decía que tenía que tener la suficiente paciencia para soportar a personas de este tipo. Que solo ponen excusa tras otra sin un sentido alguno, que solo las deje pasar y muestre una simple sonrisa. Al fin y al cabo, tenía razón.

Al terminar de dar su gran discurso, dejó un silencio entre ambos. Supongo que esperando que respondiera.

T/n: ¿Aplaudo? -pregunté con un tono sarcástico-. Fue muy bonito.

Qué debía decir. ¿Perdonar? eso se suele hacer, pero en este caso no. Era el amante o lo que sea lo que haya sido.

Su expresión es divertida.

De todas formas, para evitar gastar tiempo, me fui. Le di la espalda y lo dejé. No quería ser cruel con alguien que ni conocía. Además, tenía algo más importante en lo que pensar. Por ejemplo: la siguiente cirugía.

Ya no soy tu sombra -T/n Fox-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora