6. Internado

16 3 21
                                    

⚠mención de suicidio⚠

.

El rizado había despertado. Apenas podía ver nada, pues una luz que provenía de arriba de él le segaba la vista.

Intento levantarse, con las pocas fuerzas que tenía, pero le fue imposible: estaba amarrado.

— ¿Qué...? — Susurro.

— ¡Despertó!  — Escucho. La voz, al parecer de una mujer, comenzó a susurrar cosas.

— ¿Dónde estoy?  — Susurro, casi inaudiblemente.

— En el infierno  — Dijo la voz.

¿En el infierno?  Pero... ¿Estoy muerto?

— Solo bromeo — La voz río.

— ¿Dónde estoy? 

— En Liria — Respondió, y volvió a reír.

¡¿En Liria, el hospital para gente con problemas mentales?!

— ¡¿Qué hago aquí?! ¡Se supone que estoy muerto! — Saltó.

— No, amigo, tú sobreviviste y ahora estas acá porque trataste de suicidarte.

— ¡Exijo que me dejen salir! — El rizado intento bajar de la cama, pero las ataduras no se lo permitieron —. ¡Déjenme ir, no quiero estar aquí!

— Eso lo hubieras pensado antes de tomarte todo ese bote de pastillas — Una pequeña risita salió de la voz —. Bueno, mi turno ha terminado... Enseguida vendrá él que sigue de cuidarte.

— ¡Espera, dejame ir! ¡Te juro que estoy bien! — El rizado abrió los ojos y solo vio una larga melena castaña salir por el marco de la puerta —. ¡Que me dejen ir, joder!

— Mas cuidado con esa boca, ricitos — Dijo una voz gruesa cerca de él.

El rizado volvió a abrir los ojos. Era un chico alto y de pelo negro.

— No quiero estar aquí, ¡no debo estar aquí! Mi salud mental esta muy bien.

— Nadie que se tome un bote entero de pastillas con la intención de morir esta bien.

— Estaba harto de mi horrible vida, ¿bien? ¡Ni siquiera mi mejor amiga me ayudaba! Un tipo quería violarme y ella solo me advirtió.

— Tampoco me cuentes tu vida, ¿quieres? 

— Mira, por favor dejame ir... Prefiero mil veces que ese hombre me viole a estar aquí.

— No creo. Este lugar tiene mala reputación, si, pero aún así es un buen lugar para gente con el cerebro dañado como tú.

— ¡Jodete, no tengo problemas mentales!

— Ya te dije que tengas cuidado con esa boca, porque créeme cuando te digo que a los groseros como tú les hacen cosas muy feas... — El chico se agacho y le toco la nariz al rizado.

— ¡No soy un maldito niño como para que me hables así!

— ¿Quieres que le llame al doctor, ah? ¿eso quieres?

— Vete a la mierda.

— Me haces reír, ricitos. Será mejor que te duermas otro rato, porque no saldrás de esa camilla hasta mañana.

El rizado bufó.
.......................................................................

Hum... Si

La razón de estar aquí ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora