Este Fae... era imposible que fuera el Rey Unsuliee, Heimna recordaba un viejo de cabello blanco con alguna que otra hebra de cabello negro, delgado, rígido y un poco encorvado, quizás por su tamaño se notaba más, era mas alto que las personas promedio. Ese era el Rey que ella recordaba hacía diez años.
A menos que este fuera su hijo... Quien sabe, quizás ellos también habían decidido renovar la cabeza que llevaba el peso de la corona. Pero este Fae... Ella recordaba que el príncipe era rubio, al igual que su madre, confiado de sus pocas habilidades y sus ojos abiertos de puro desdén. Y aunque pudiera haber un truco para que se tiñera el cabello, estos rasgos, esta seguridad... Tampoco creía que la adolescencia por más que fuera Fae pudiera atribuirle a aquel cuerpo delgaducho y desgarbado tal aspecto actual.
Todo esto fue cuestión de segundos, igual que el encuentro de sus miradas, extraño.
Uno de los hombres que estaba detrás, dio un paso adelante, su vestimenta quedaba oculta con la capa que llevaba, los otros tres llevaban una tambien, ocultaban su cara con la capucha, eso fastidió un poco, pero nadie dijo nada, el que se había adelantado hizo una reverencia y al enderezarse su capucha cayó, mostrando un rostro joven, y aspecto solemne, su cabello era lo mas llamativo, de un azul oscuro e intenso. No hizo ademan de colocarse la capucha nuevamente.
—Presentamos nuestro respeto al Rey Unesliee y sus descendientes...—dio una mirada de respeto sin hacer contacto visual con los príncipes— con el fin de mantener la paz de nuestros reinos, se reúnen hoy, ambos Señores, permitanme presentarles, —ahora dio un paso al costado extendiendo su brazo hacia el unico Fae que estaba en el centro— Unsuliee, Centro de nuestros elementos, Elegido por Theos, El Rey Kellan.
Se hizo un silencio, todos miraron a su Rey, incluida Heimna, a la espera de respuesta.
—Bienvenido, nuevo Rey, —habló por fin— debo decir que estoy algo confundido, ¿no es Ivar el nombre del hijo del antiguo Rey?
—Sí, ese era su nombre. —La voz de Kellan se hizo espacio sin problemas en la sala, segura, sin dudas, digna de un Rey.
—Nuestro Rey es el segundo hijo del Rey Sigurd, su hermano el Príncipe Ivar no pudo heredar el trono. —aclaró el de cabello azul. Debía ser un consejero.
—¡Un segundo hijo! pensaba que Sigurd tenía solo uno.—soltó el rey Artai divertido mientras los visitantes soltaban un aura molesta e incomoda— No me lo tomen a mal, el decía lo efectivo y correcto que era solo tener uno, una sola esposa, un solo hijo, un solo heredero... Absurdo. Era absurdo.—miró al príncipe que no hacía ningún gesto para adivinar si estaba ofendido o de acuerdo, de Rey a Rey, el padre de Heimna pudo sentir que andaba por cuerda floja. — Espero no se sientan ofendidos, solía ser motivo de conversación entre tu padre y yo.
—No hay ofensa, tenían opiniones distintas eso es evidente.— respondió el Rey Kellan, dando un vistazo a los príncipes.
Heimna se enderezó un poco más, pero la mirada del príncipe no llegó a ella de nuevo.
—Ah, cierto que no conoces a mis hijos, pero déjame hacer su presentación después que estén instalados.
El Rey hizo un gesto y una mesa con cinco sillas apareció al lado derecho del salón, muy cerca de la suya. Era raro ver a su padre hacer uso de ese poder, único, sólo un Rey Unesslie lo poseía, él y los Shadows, aunque estos eran historias, o esa era la versión de cara a sus subditos, pues Heimna sabía que su padre los mandaba a asesinar de saber de su existencia. Aun cuando no se revelaban, se aseguraba que por sus venas corría la sed de gobernar, o no ser gobernados.
Se decía que podían teletransportar objetos como su padre, que podían invadir tu mente y hacer que pensaras a su manera, y que tenían alrededor de ellos algo, algo extraño que te hacía erizar la piel.
YOU ARE READING
EL HEREDERO BASTARDO
FantasyPrimera parte de la trilogía, Los elegidos de los dioses. Cuando el Rey decide que la quien herederá su trono no será su primogénito sino quien gane el derecho, pasando las tres pruebas de las antiguas leyes, Heimna decide partipar, es una guerrera...