True Martial World [ 1 ]

Capítulo 8: Asesinato en Secreto

¡La fuente de luz provenía de la caja de madera, lo que significaba los huesos desolados!

Yi Yun rompió a sudar frío ante este inesperado giro de los acontecimientos.

Los huesos desolados emitieron fragmentos de luz, que volaron hacia él. ¿Cómo podría Lian Chengyu no investigar este fenómeno?

Con más y más puntos claros, se estaba volviendo demasiado obvio. ¡Seguro que lo descubrirían!

En el momento en que se investigó, ¡solo pudo explicarlo con su vida!

"Yun-er, ¿qué te pasa? ¿Por qué tienes la frente llena de sudor?

"Hermana Xiaorou, tú ..." Yi Yun vio muchos puntos de luz volando, pero Jiang Xiaorou no pareció notarlo. "Hermana Xiaorou, ¿no ves nada?"

Yi Yun preguntó con la conciencia culpable. Se dio cuenta de que, además de Jiang Xiaorou, las personas de los alrededores no parecían notar los puntos de luz.

"¿Mira qué? Yun-er, ¿estás enfermo? Jiang Xiaorou preguntó con preocupación. El cuerpo de Yi Yun estaba débil y acababa de resucitar el día anterior. Sería terrible que volviera a enfermarse.

"Eh ..." Yi Yun se detuvo un momento antes de soltar un suspiro de alivio. ¿Parecía que él era el único que podía ver los puntos de luz?

¿Podría ser que solo el dueño del Cristal Púrpura pudo ver los extraños sucesos del Cristal Púrpura?

Miró furtivamente a Lian Chengyu, quien todavía tenía una sonrisa tranquila en su rostro. ¡Lian Chengyu ocasionalmente miraba la caja de huesos desolados con una mirada maníaca en sus ojos!

"Ese tipo no ha notado los puntos de luz ..."

Con eso, Yi Yun se relajó. Si ni siquiera Lian Chengyu podía verlo, nadie más podría excepto él mismo.

¡Yi Yun estaba más convencido de que el Cristal Púrpura era un tesoro maravilloso!

En este momento, Lian Chengyu volvió su mirada hacia él con una sonrisa significativa.

Caminó hacia adelante y se paró frente a Jiang Xiaorou.

"La comida es una recompensa para ti. Tómelo y no se muera de hambre. Si es insuficiente, ven a buscarme ". Lian Chengyu dijo esas palabras en voz baja. Su voz era agradable, pero sus expresiones y tono eran de superioridad. Por lo que sea que dio, podría retirarlo.

Jiang Xiaorou se quedó en silencio. A Lian Chengyu no le importaba eso, ya que la admiraba por su terquedad cuando se distribuían las raciones. No significaba que a él le gustara su actitud obstinada hacia él y estaba decidido a quitárselo lentamente hasta que fuera tan obediente como un gatito.

Lo que quería era una sirvienta obediente, no una dama que necesitara ser persuadida.

Con un hermano a su lado, tenía algo a lo que aferrarse y mantenerse determinada. Esto no era lo que quería Lian Chengyu. Además, la madre de Yi Yun la adoptó y no tenían parientes consanguíneos. A Lian Chengyu no le gustó el hecho de que los hermanos no consanguíneos vivieran juntos.

Además, Yi Yun había agitado a las masas y casi causó una conmoción. Se tomó en serio que un niño de doce años pudiera ser tan intrigante. Sería una amenaza cuando creciera.

Lo que Lian Chengyu quería era gente obediente, como su trampolín, y no gente intrigante como Yi Yun que era difícil de controlar.

Cuando los huesos desolados estaban a punto de ser refinados, era un gran asunto para Lian Chengyu. Estaba dispuesto a pagar cualquier precio para que tuviera éxito.