Capitulo 2

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El día de Jungkook no había ido del todo bien. Había dejado sus pantalones embarrados en la silla vacía a su lado para que se secaran y varios compañeros se habían reído de que era un sucio.

Jungkook ya no le daba mucha importancia a esos tontos, pero eso no era un impedimento para no sentir dolor.

Le dolía que lo trataran mal cuando él no hacia más nada que existir. No tenia amigos, se hablaba con un chico llamado Soobin demasiado tímido como para hablarle por su propia cuenta. Pero no eran amigos, solo se unían para hacer trabajos en grupo de a dos, y apenas hablaban sobre si mismos cuando tenían que juntarse.

Jungkook se removió en su asiento y sacó su tapper de plástico en donde guardaba su sándwich de jamón y queso. Se disponía a probar un bocado cuando alguien se le acercó.

Y ese alguien era Kim Taehyung.

Jungkook abrió los ojos como platos y se quedó rígido en el lugar. Hacia pocos días Taehyung había reparado en su presencia y le había sonreído así de la nada, como por arte de magia.

Taehyung no tenia idea de que él era la musa de inspiración para los mejores retratos que Jungkook dibujaba a larga distancia. Taehyung no sabia que él era el centro de atención de aquel lindo chico de cabellos azabaches y mejillas sonrojadas.

— ¿Esos chicos te están molestando? — fueron las primeras palabras de Taehyung.

Jungkook tragó saliva. Taehyung no lo había notado en toda su vida ¿por estaba ahí parado en ese mismo momento?

— N-no... estoy bien.— Jungkook agradeció con una inclinación de cabeza, siendo lo más formal y educado posible. Taehyung intimidaba, no era un chico malo, pero su rostro era imponente.

— ¿Seguro? Puedo decirle a la directora, sabes que es mi madre ¿cierto? Puede hacerme caso en lo que sea mientras se deba a un asunto escolar, claro.

Jungkook evitó sonreír como todo un idiota y solo se limitó a hacer una mueca.

—De verdad, no sucede nada.

Taehyung lo miró con cara de pocos amigos, pero luego se alzó de hombros con desinterés y sacó una silla de otra mesa, la dio vuelta y se sentó al revés: con las piernas abiertas y los brazos reposando en el respaldo de la silla.

《¿Acaso va a quedarse aquí?》pensó Jungkook más alarmado que antes. No sabia cómo tenía que comportarse delante de el.

—Puedes comer — dijo Tae acompañando sus palabras con una risa melódica —no muerdo, eh.

Jungkook solamente bajó la cabeza y le tendió un sándwich de miga.

Taehyung lo aceptó sin miramientos. Cuando lo probó fue como volar en un paraíso.

— Mmm —masculló con la boca llena — esto si que está delicioso. ¿Los hiciste tú?

Jungkook asistió con las mejillas como una ardilla regordeta y feliz. Los ojos le brillaban ¡Taehyung le estaba hablando!

¡A él!

— ¿De verdad te gustan?

Taehyung agarró otro, que suerte que Jungkook había llevado como diez. Eran pequeñitos pero rellenitos.

—Sí. Son mejores que los que venden aquí.

Jungkook se rio.

—Cualquier cosa es mejor de lo que venden aquí.

Taehyung sonrió.

—Créeme, son ricos.

Jungkook se comió uno más con cautela, no quería parecer un gordinflón mientras Tae lo miraba.

— Oye, Jungkook...

¡Sabia su nombre!

Jungkook casi se atraganta con un pedacito de jamón.

—¿Si?

Taehyung se rascó la cabeza.

—¿Qué tal te va en Historia?

Jungkook hizo una mueca.

— Fatal.

—¿Y en inglés?

— Peor aun.

— ¿Química?

Jungkook asintió.

—Entiendo todo pero no me esfuerzo demasiado en los exámenes.

Jungkook no se esforzaba porque a sus padres no le interesaban las notas, ni su vida en realidad.

— Entonces... ¿podrías ayudarme? Reprobé el examen anterior y el recuperatorio es la semana que viene.

Jungkook casi se desmaya.

Casi.

—Claro, te ayudaré en lo que sea Hyung.

Pinceladas para mi amor |Tk| ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora