Creo que es tiempo de ser fría aunque tenga que amarrarme el corazón con cadenas de hierro y dejar de ser quien soy, esa idiota sensible a la que todos le pasan por encima.
Pero sin embargo pensé que podía resistir.
Pensé que podía levantarme pero ellos me empujaron.
Pensé que podía pedir ayuda a gritos pero mis gritos no se escucharon.
Pensé que mi corazón podía soportar unas pisadas más, pero ellos le prendieron fuego y mis ojos observaron cómo mi corazón se convirtió en cenizas y cómo el viento se las fue llevando.
Pensé que alguien me salvaría... pero repito pensé.