[Adaptación][Jeff & Gameplay] Secret Admirer

Capítulo 05

Jeff había perdido la cuenta de las cajas de cerveza que Tong llevó, Build traía su equipo de sonido y lo estaba adaptando al estéreo de la casa de GamePlay y Apo se ocupaba en la cocina con ayuda de Biblie. Era algo muy hipócrita -a su opinión- que Apo estuviera organizándole una fiesta de despedida a su supuesto mejor amigo. Sabía de antemano que sólo lo hacía para quedar bien con él y evitar alguna discusión.

Esa misma mañana, cuando despertó con la calidez de GamePlay entre sus brazos salió corriendo, porque estaba tan asustado como avergonzado y la necesidad de ver a Apo lo mataba porque dentro de su corazón se hería en culpa, una muy grande por haber besado a otra persona que no era su creyente amado. Y pasó el resto del día siendo paciente a las insensatas pláticas de su pareja, lo había acompañado por lo necesario para la fiesta y habían aprovechado el hecho de que GamePlay haya ido al supermercado para surtirse de lo necesario para su viaje para preparar todo.

No podía parar de tocar sus labios y estremecerse por los ávidos recuerdos de la dulzura mentolada de su menor, con su bonito sonrojo y su tierna barrigüita de bebé, porque para Jeff todos aquellos aspectos que a GamePlay le creaban inseguridades le parecían lo más adorable del mundo. GamePlay era adorable, con su sonrisa y sus ojitos grandes, con los mohines que hacía constantemente y dulce personalidad, con su cara detallada en genuina y pulcra belleza. Si Jeff hubiese seguido pensando en todo lo que le gusta de GamePlay pudo haber sabido que estaba enamorado de su mejor amigo y no de su novio. Pero se vio interrumpido por Apo, que lo hizo abrir la puerta a los invitados.

Y en menos de media hora la casa estaba repleta de personas a las que Jeff jamás había visto en su vida y sabía que GamePlay tampoco conocía. Se rehusaba a beber, porque sería la última noche que vería a su GamePlay y no quería estar ebrio para despedirlo, pero las persuasiones de sus brutos amigos lo llevaron a tomar una botella y luego otra, así sucesivamente hasta que perdió consciencia y estaba tan contento en sus actos que nunca notó cuando GamePlay llegó, intentando correrlos a todos de su casa.

El chico dejó las bolsas de compra en la entrada y todos los extraños ignoraban su petición a irse, con desesperación busco a alguien conocido y se encuentro a Build y Biblie casi follando en la sala de su casa, a Tong bailando como estúpido sobre la mesa y a Jeff besando con fervor a Apo.

Todo se detuvo en ese momento y las lágrimas apañaron sus ojos, porque durante todo el día el sentimiento de culpa le cargaba la conciencia y ver a su amado Jeff besándose con quien quien él amaba le partió el alma. La noche anterior GamePlay logró dormir bajo el pensamiento y la mínima esperanza de ser merecedor del cariño de Jeff. Pero dadas las circunstancias se sintió como una simple distracción que Jeff uso para olvidarse momentáneamente del mal rato que pasó con su novio.

Se sentó en el sofá de la estancia, presente y ajeno a la celebración insana de la que jamás supo su procedencia. Él no bebió, porque en algún momento debía terminar aquello y debía ser él quien limpiará. Por más que lo negara sus ojos iban y venían en dirección a Jeff, quien era guiado por Apo a una habitación, específicamente a la de sus padres. Y aunque en el fondo quería ir detrás y sacarlos, una parte de él parecía más cómoda dejándolos actuar para así entender que Jeff no lo amaba, y nunca lo amaría.

[...]

- Eres tan ardiente... No sabes las ganas que tengo de que me quites la ropa... - Hablaba Apo dejando a Jeff besar su cuello y dejarle marcas. - Joder, sí, tómame Jeff... -

Las manos de Apo eran expertas, sabiendo perfectamente de donde aferrarse cuando Jeff lo besaba, sabiendo la manera más rápida y cómoda de despojarlos de su ropa y sabiendo la caliente y atinada manera en la que debía acariciar su longitud. Jeff gruñía con posesión, tirando al chico contra la cama y echándose sobre él, para figurar estocadas y frotar sus miembros. No gemía con dulzura, no, Apo gritaba con morbo y placer, murmurando palabras obscenas que más que excitar a Jeff lo ponían nervioso, porque era su primera vez y él no podía actuar espontáneo.