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¡Jungkook, eres tan molesto! ─le grito a mi guardaespaldas. Tenía dieciséis años, sólo cinco más que yo, y sin embargo actuaba como si fuera un adulto que tenía todo este poder sobre mí. Yo de once años no lo aprobaba.

─Ara, tienes que ir a la escuela ─me arrastró, agarrándome de la muñeca. Estaba tratando de caminar hacia mi escuela, pero yo no quería ir. La escuela no tenía sentido, la odiaba y odiaba que Jungkook tuviera que acompañarme.

─No lo hago ─dejé de caminar y él también. No quería arrastrarme por el suelo, pero me di cuenta de que estaba pensando en eso en su cabeza─. Siempre me dices qué hacer. No eres mejor que yo, ¿qué te permite hacer eso? ─le frunzo el ceño. Nunca nos llevamos bien, siempre discutiendo y peleando. Jungkook estaba a cargo todo el tiempo y lo odiaba.

─Te voy a arrastrar si tengo que hacerlo ─Jungkook puso los ojos en blanco. Le envié una mirada de prueba como si dijera 'no lo harías'. Jungkook me sonrió y con un tirón estaba caminando y arrastrándome del brazo por la acera. Gemí mientras lo hacía. Supongo que iba a la escuela.

No me estaba arrastrando por el suelo como pensaba. La única parte de mi cuerpo que tocó el suelo fueron mis pies, el sonido de mis zapatos raspando contra la acera todo lo que se podía escuchar aparte de los pasos de Jungkook.

─No eres divertido ─me quejo.

─Eres un dolor en el trasero ─Jungkook se volvió y me miró. Nunca dejó de arrastrarme, lo hizo todo el camino a la escuela.

Cuando soltó mi muñeca en las puertas de la escuela, salí corriendo, con la esperanza de alejarme de él, pero sabiendo muy bien que siempre me atraparía.

Corrí a la calle. Las llantas chirriaron y solté un grito al ver frente a mí, un auto venía hacia mí. De repente, brazos fuertes rodearon mi cuerpo y me sentí golpear la suave hierba. Mi corazón latía fuera de mi pecho. Pero estaba vivo.

─Eres tan estúpido Ara ─suspiró Jungkook. Me soltó y comenzó a evaluarme, asegurándose de que no me lastimara. No tenía cortes ni magulladuras, pero definitivamente tenía cicatrices.

Jungkook pasó sus dedos por mi mejilla y cerró los ojos─. ¿Estás bien? ─preguntó, abriendo los ojos de nuevo. Me tomó un minuto pero asentí. Jungkook se puso de pie entonces, extendiendo su mano hacia mí, esta vez la tomé.

Me acompañó a la escuela todo el camino, todo el camino hasta mi salón de clases como de costumbre. Pero esta vez me acompañó hasta mi escritorio, ganándose algunas miradas de la gente que me rodeaba. Cuando me senté, se agachó junto a mi escritorio y me miró con ojos tiernos.

─Si quieres ir a casa, ve a la oficina y yo iré a buscarte ─susurra. Me sorprendieron sus palabras, pero asentí lentamente con la cabeza─. Que tengas un buen día en la escuela Ara ─se puso de pie y se fue. Las chicas de mi clase se rieron mientras él pasaba, probablemente enamoradas del chico mayor.

Pero lo vi irse con una curiosidad inquebrantable. Esta fue la primera vez desde que nos conocimos hace un año, Jungkook me salvó la vida.

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─¿Qué hacemos? ─Hoseok preguntó─. ¿Cómo puede ser esto? ─se pasó los dedos por el pelo, sintiéndose nervioso.

─No hay forma de que sea Ara ─Yoongi negó con la cabeza.

─Hola ─intervine─. Todavía aquí.

─Cállate ─me espetó Jimin. Le saqué la lengua. Jungkook me señaló asintiendo con la cabeza.

Indigo || BTS mafia AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora