Mi Sueño [Twisted Wonderland]

A través del Espejo

Estaba oscuro y ella estaba perdida.

—¿Dónde están? —dijo en la oscuridad. ¿Necesitaba... encontrarlos? ¿A alguien? ¿A quién buscaba? Gwen vio un destello azul a la distancia— ¡Espera! —llamó, persiguiéndolo.

Apareció otro destello, esta vez dorado. Gwen cambió de dirección y le persiguió.

—¡Por favor no te vayas!

Un nuevo destello, este color rosa oscuro. El siguiente fue un violeta brillante. Luego, un destello negro que Gwen casi pierde. Un destello escarlata parpadeó por el rabillo del ojo.

Siguieron parpadeando en diferentes lugares, cada uno llamándola para perseguirlos. Gwen se cubrió los ojos y cayó de rodillas.

—¡Es demasiado! ¡Para! —para su alivio, todo se volvió negro otra vez. Gwen se destapó los ojos y miró a su alrededor, poniéndose de pie temblorosamente— ¿A dónde fuiste? —preguntó, vagando en la oscuridad.

Se levantó un fuerte viento que heló hasta sus huesos.

—¡Ouy evah deniur em! ¡Hctaw sa I niur ouy! —gritó una voz ronca. Algo, incluso más oscuro que las sombras alrededor, empezó a tomar forma como una bestia gigante con alas.

Gwen gritó, girando sobre sus talones para correr. Pero no importaba que tan lejos o rápido corriera, la bestia se acercó a ella.

Cuando tropezó y cayó, Gwen rompió a llorar.

—¡No quiero morir! —gritó aterrorizada.

Otro destello de luz, este no del todo blanco... ¿Mejor dicho plateado? Aquel abarcaba toda su visión.

—Adiós, querida. Esta es la única forma en la que puedo salvarte. —susurró la luz, suave y gentilmente.

La luz se desvaneció y Gwen volvió a estar en la oscuridad. Pero esta vez no estaba sola. Un espejo estaba frente a ella.

—Ah, amada mía.

El espejo pareció encenderse, llamas verdes parpadeando en el interior.

—Una hermosa y noble flor del mal. Verdaderamente eres la más bella de todas.

Gwen se acercó al espejo, parándose frente a él.

—Espejo, espejo, en la pared... ¿Quién es la...?

Gwen frunció el ceño. Ahora, ¿Por qué le sonaba tan familiar? Jadeó cuando una imagen diferente apareció en el espejo.

Un carruaje tirado por caballos esqueléticos. La imagen volvió a cambiar, mostrando un ataúd dentro del carruaje. A lo lejos estaba el destino, un castillo. Gwen se preguntó que tenían que ver.

—Aquellos que son guiados por el espejo oscuro... mientras su corazón lo desee...

El espejo se quedó en blanco. En lugar de ver su reflejo, se formó la sombra vaga de una persona. La persona extendió una mano y Gwen se estremeció de la sorpresa cuando la mano salió del espejo. Era extraño, pero la persona del espejo parpadeaba constantemente, cambiando de tamaño y forma.

Gwen, vacilante, extendió su mano y la puso en la otra. A cambio, la otra apretó su mano, como si la persona sintiera su miedo y quisiera tranquilizarla.

—Toma la mano que aparece en el espejo.

La persona del espejo levantó la mano de Gwen hacia el espejo. Gwen entró en pánico e intentó empujar hacia atrás, pero la persona del espejo le pasó el pulgar por la mano para consolarla. Gwen se sonrojó al sentir unos labios besando su mano.

—Por mí. Por ellos. Por ti.

Gwen vio como las llamas verdes volvían a aparecer, esta vez alrededor, iluminando la oscuridad.

—Todos nos estamos quedando sin tiempo.

Gwen intentó soltarse, pero la persona del espejo la agarró con fuerza, negándose a soltarla.

—No importa que...

La persona del espejo parecía hablar, pero sonaba como múltiples voces al mismo tiempo. Las llamas empezaron a girar a su alrededor, no quemándola, pero dándole una sensación cálida.

—Nunca sueltes mi mano.

Las llamas verdes bloquearon todo, incluso el espejo. Gwen aún sentía la presión de la mano en la suya, así que la tomó con miedo. La mano la agarró con la misma fuerza.

Gwen cerró los ojos para bloquear la brillante luz y escuchó una última cosa.

—Tienes la mente de una soñadora, Gwen. Nunca olvides lo poderosa que eso te vuelve.