Capítulo 3, jeno

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22 febrero de 2018.
Seúl, Corea del Sur.

Estaba apuntó de dormirse, cuando esa alarma que había puesto horas antes empezó a sonar haciéndolo perder la paciencia. Quería dormir un rato más, pero necesita el trabajo, recién había estado ahí una semana, acaso ya planeaba faltar?

Se levantó de su lugar, tratando de ignorar el cansancio de su cuerpo, tenía 17 años, pero se sentía como de 81.

Una vez consideró que su apariencia era aceptable, salió del apartamento. Iba saliendo del edificio cuando un auto, a velocidad demasiado alta para ser un lugar de tan corto espacio, paso por el frente. La niña que alguna vez vio, estaba a punto de cruzar, por suerte el la agarró de los hombros. 

Los pasos de alguien corriendo se escuchaban, ese alguien agarró a la menor de los hombros, moviendo estos, el agarré lucía demasiado fuerte.

— te dije que no corras, mira si te pasaba algo, QUE IBA A HACER YO EH —

Era Jaemin, se encontraba demasiado exaltado por lo que había pasado, incluso más que su madre.

— Jae cariño ya paso, tranquilizate — tocó suavemente sus hombros tratando de alejarlo de la menor — Jaemin la estas lastimado, soltala —parecía que hacía de oídos sordos.

La niña empezó a llorar, la remera que estaba debajo de las manos de su hermano estaba demasiado arrugada. Jeno se acercó a Jaemin he hizo que la soltara, agarró sus hombros tal cual el había agarrado los de su hermana, sólo que está vez no lo movió. Jae sólo lo miraba fijo, y Jeno se puso a analizar de vuelta su rostro, una marca que dudaba que sea de nacimiento estaba por debajo del ojo, parecía una cicatriz de un cuchillo.  Al ver como aquel chico peliazul giro su mirada, también lo hizo. Pudo ver como la pequeña le decía a su madre que le dolía al correr hacia ella, y se notaba que jae no estaba arrepentido, incluso juraba haber visto una sonrisa.

— pudiste haberle dislocado el hombro — jeno soltó los hombros de jaemin cuando lo vio más tranquilo.

Se fue de ese lugar, escuchando el sonido de unas pastillas, y el gracias de alguien. Esa familia era rara.

[...]

Su turno casi terminaba, aún así su panza comenzó a hacer ruidos de vuelta.

Luego de que el encargado le haya dicho más de diez veces que si quería algo lo agarrara, el por fin hizo caso. Aprovecho la ida de clientes para agarrar una de las tartas de manzana que se encontraban exhibidas, y empezó a comer lentamente para que durará más en su organismo.

— querés algún café? — dijo su compañera, no parecía en forma de burla, era más de gentileza para el.

—estoy bien, gracias — le dio una sonrisa y continuó comiendo.

Iba observando a la gente pasar, eran ya las nueve de la noche, y habían menos niños por la calle. Era un jueves bastante frío, era de esperarse que no hubieran muchas personas.

— ya has elegido una escuela, chenle? —

Su compañera parecía tratar de entablar una conversación con el, supuso que estaba aburrida de limpiar las tazas.

— si, parece ser que es de las buenas —

De esa forma una conversación entre ellos dos comenzó, hablaron de muchos temas que comúnmente los chicos de su edad hablan, aunque la conversación fue parada al escuchar clientes entrar.

—doyoung se bueno y atendelos por nosotros —

La chica parecía conocer a todos en ese lugar, gran diferencia de Jeno, el cual sólo los diferenciaba por el rostro.

— sigamos —

Siguieron hablando hasta que jeno termino su tarta, estaba por dejarla en la mesa cuando un ruido de vaso cayendo hizo que girará.

Los nuevos clientes habían sido sus vecinos, y la persona que hizo caer el vaso parecía haber sido el joven de pelo azulado.

La chica con la que antes estaba hablando fue a traer algo para levantarlo, pero parecía que jaemin lo iba a hacer. Con sus manos fue juntando los vidrios de manera descuidada, se notaba como algunos habían encajado en su piel, también vio como su mamá le decía cosas con leves susurros, pero no hizo nada más que eso, nunca lo había echo.

— te podes lastimar deja eso, ahora lo hago yo — su compañera fue la que detuvo que las manos de jaemin dejarán los vidrios.

— quiero ir al baño — jaemin no parecía adolorido, estaba con su apariencia normal.

—por el pasillo, es la segunda puerta cariño —

Jaemin se fue directo al baño, jeno espero que nadie lo viera para seguirlo. Ahí adentro estaba jaemin con un pequeño papel en el lavado, lleno de aquellos vidrios que fueron encajados en su piel, sacaba cada uno con una delicadeza que podría jurar que eso sólo hacia que doliera más. Jeno sólo se limitó a observarlo, sabía que el otro notaba su presencia, pero no hizo nada para sacarlo.

— querés vendas? —

Jaemin sólo negó, agarró el papel y lo tiro a la basura, se lavó las manos sin mostrar una pizca de dolor. La sangre se iba mezclando con el agua, Jeno recordaba que eso dolía, pero el parecía no tomarle importancia.

Se secó las manos, manchando con sangre el papel, y salió del baño aún cuando aquel líquido  de sus manos iba dejando gotas en el piso.

— me quiero ir — y con eso, sus vecinos abandonaron el local.

Los cuatro empleados que había ahí se notaban sorprendidos.

— le hubieras dado vendas para las manos — dijo doyoung.

— se las ofrecí — miro devuelta la mesa en donde estaban — el no las quiso.

Identity theft - Nomin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora