Capítulo 4, jaemin

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31 de octubre de 2010.
Seúl, Corea del Sur.

Era una reunión tranquila, sus tíos, primos, e incluso abuelos estaban ahí. El se divertía jugando a las escondidas con su amigo, incluso se la pasaba mejor que con sus primos.

Era su turno de contar, y lo hizo con tal alegría, mirando hacia la pared y tapando sus ojitos con aquellas manos que se encontraban Rojas por el frío, que fue bueno que haya sido la última.

—rarito, jugando sólo — era su primo mayor, ya había cumplido los 15 hace unos meses, parecía disfrutar más de humillarlo que besar a su novia.

— estoy jugando con mi amigo, fuera -— siguió contando, ya iba por el 15.

Ignoro el apodo, llegó al 20 y se separó de aquella pared para comenzar a buscar. El mayor quería molestarlo, era algo divertido de ver según el, lástima que Jaemin ya no se iba a dejar.

Le puso la traba, haciendo que cayera de rodillas y sus manos se rasparan al tocar el piso de madera. Esa fue la primera marca.

Todos se estaban riendo demasiado fuerte, señalandolo con burla e incluso los menores le tiraron sus juguetes. Jaemin tuvo su primera crisis, la sensación de falta de aire no era muy linda.

Se levantó de aquel frío lugar y se lanzó sobre su primo, lo golpeó como si lo hubiera echo toda su vida, se levantó y lo pateo como si supiera en que lugares duelen más. Y como si tuviera la fuerza de un mayor, lo agarró de los hombros y lo tiro por las escaleras.

Un silencio lleno todo el ambiente, los niños ya no se burlaban, su primo ya no reía, ahora estaba al final de las escaleras con la cabeza partida. No tardaron en gritar y alejarse del inocente niño de 10 años que tenía una sonrisa angelical, aunque ahora sentía unos mareos y su vista se nublaba por todo el ruido a su alrededor.

Su madre lo llamo escaleras abajo, el fue, lentamente hasta llegar al lado del cuerpo y saltar por sobre la sangre, llenando sus pantalones blancos con el líquido rojo.

Jugaba en ese lugar como si se tratase de hojas en un día de otoño, y sonreía alegremente. Lástima que sólo el se divertía, su abuelo lo agarró por los hombros y lo empujó hacia el piso, comenzando a gritarle tantas cosas que jaemin sólo escucho el "bastardo". Se despidió de su amigo que salía por el patio, ganándose una mirada aún más llena de odio y desagrado de todos. A su vista  Jaemin había enloquecido.

Su tía le abrió las puertas a los que supuso eran los doctores, jaemin se alejó del cuerpo y se puso a armar formas en las manchas de sangre que había en su ropa. Su mamá tan sólo lo agarró del brazo y salieron de ese lugar, escuchando los reclamos y maldiciones de todos.

Ese día fue cuando la relación de su madre se rompió, ahora parecía que sólo trataba de que no matara a nadie dándole una cantidad excesivas de pastilla al día.

13 de agosto de 2011

Era su cumpleaños número 11, el clima era bastante húmedo, haciendo el piso se sintiera resbaloso. No esperaba mucho de su madre luego del pesimo regalo que le había dado para Navidad.

—es mi cumpleaños — dijo en medio de la mesa, sólo recibió un sonido silenciandolo, el que su hermana no se despertará parecía ser más importante que el.

Se sentía como un extraño al frente de aquella mujer, se levantó y fue directo a su habitación, cerró la puerta con fuerza y se tiró en la cama. Ya no sentía que esa fuera su casa, casi era un año del accidente, y parecía que su madre no iba a volver a tratarlo como un hijo.
Agarro unas hojas y se hizo un dibujo de torta de cumpleaños, imaginaba que todos querían probarla, que todos lo felicitaban, le daban regalos. Era querido por esas personas que estaban en su cabeza.

— feliz cumpleaños jaemin — y ahí volvía su amigo, el único.

— gracias — se limpió las lágrimas que habían comenzado a salir.

— no vas a soplar las velas jae jae? —

— no hay velas, es mentira, todo es mentira, nadie me quiere, nadie me va a felicitar, nadie me va a dar regalos, y la única persona que me dijo feliz cumpleaños fue la persona que yo mismo cree.  —

— me creaste muy bien — río tratando de alivianar el ambiente.

— no es gracioso, no sos gracioso, sólo sos un estúpido espectro que vive en mi mente, quiero que te vayas  —

— es esto o que vivas por siempre sólo jaemin —

Y no mentía, su consciente no mentía, nunca iba a tener amigos. Nadie se le acercaba luego de que haya matado a su primo y bailado en su sangre.

Identity theft - Nomin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora