Capítulo dos

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Presentarse no era algo en lo que Seokjin pensara mientras crecía

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Presentarse no era algo en lo que Seokjin pensara mientras crecía.

Había un cierto nivel de libertad que ofrecía la infancia, y una de esas libertades era el de las limitaciones de tener un subgénero. Por supuesto, todos ya tenían un subgénero, pero se mantenían inactivos y sin ser vistos hasta la edad adulta, solo emergiendo cuando la persona era lo suficientemente maduro física y mentalmente para poder manejar un nuevo conjunto de características sexuales.

Entonces, cuando era niño, a Seokjin no le preocupaba en absoluto su presentacion.

Pero una vez que cumplió los diecisiete, el sentimiento de ansiedad se instaló sobre él como una nube, oscura y pesada, sentía un caos amenazante que se acercaba a su vida.

Seokjin tenía un plan.

Iba a graduarse de la escuela secundaria con Namjoon e ir a la universidad, donde recibiría un título en negocios antes de embarcarse en la aventura que realmente quería: la escuela culinaria. Ya tendría su propio apartamento cerca de la universidad, preparado con una habitación adicional para Namjoon, tan pronto como pudiera mudarse de la casa de sus padres.

Seokjin tenía un plan, y fue solo después de que llegó su decimoséptimo cumpleaños que se dio cuenta de que, a pesar de todos sus planes, omitió quizás la parte más importante de su vida.

Su presentación

"Vas a estar bien, hyung", le decía Namjoon a menudo. "Pase lo que pase, todo saldrá bien".

Objetivamente, Seokjin sabía que esto era cierto. Iba a estar bien.

Subjetivamente, cuando pensaba en presentarse, no podía respirar correctamente.

Tuvo que sentarse a pensar. Nada se sintió bien.

"No sé por qué le estás dando tanta importancia a esto", refunfuñaba Yoongi. “Alfa, beta, omega, no importa. Es un subgénero! Te dará un nuevo conjunto de características sexuales que de ninguna manera te impedirán tener éxito en la vida"

Namjoon asentía con entusiasmo. "Tiene razón, hyung".

Ambos tenían razón y Seokjin lo sabía.

Ni siquiera podía expresar completamente a sí mismo por qué temía tanto su presentación. Sabía que, como omega, su presentación sería relativamente indolora. Las primeras series generalmente ocurren meses después de su presentación, lo que le daba al omega el suficiente tiempo para adaptarse y prepararse mentalmente.

Los alfa, por otro lado, casi siempre se presentaban en una rabia, un estado instintivo, animal, casi de arrancarse la piel, durante la rabia se controlaba el despertar del alfa, anulando por un breve tiempo la personalidad y pensamiento razonable de la persona que se presentaba.

Al menos no tendría que lidiar con eso.

El problema, como lo veía Seokjin, era doble.

Hasta ahora había evitado formar vínculos románticos. Lo había hecho por un sentido de autoconservación. Si no se enamoraba de nadie antes de presentarse, entonces no habría posibilidad de que su presentación arruinara la relación. Seokjin sabía que como omega, a menos que tuviera la suerte de encontrar a su pareja de inmediato, estaría iniciando y rompiendo vínculos durante cada serie. Las relaciones previas a la presentación, especialmente si los compañeros se presentaban en diferentes momentos, a menudo no sobrevivían a la intensidad del calor de un omega y a la necesidad de encontrar un alfa para ayudar.

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