Día 2

78 4 0
                                    

Amanecí y me sentí vacía al no ver un mensaje tuyo, entristecí al acordarme de que ya no podría escribirte, y si lo hacia no podrías contestar. Me sentí algo enojada con el tiempo, con el destino, por llevarte aun mas lejos e incominucarnos. Ahora solo podríamos hablar una vez por semana, y no mas de una hora. La desesperación corría hasta mis entrañas, se apoderaba de ellas y causaba un gran vacío en mi alma provocando ese leve dolor aunque insoportable en mi corazón. Podría realmente esperar 728 días mas sin enloquecer?

Cartas olvidadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora