Cómo Amar a un Oso. SPO#4

Capítulo 5

La mañana siguiente, cuando la alarma de Reid sonó, Logan fue el primero en despertarse. Estaba muy oscuro todavía, apenas las cinco de la mañana. Reid dijo que tenía que irse temprano porque conduciría hasta la ciudad y tenía que presentarse en el hotel alrededor de las nueve antes de irse a la empresa donde trabajaba. Logan no podía decir que eso le agradaba, pero dado que él también tenía responsabilidades en los próximos días, lo mejor sería que Reid estuviera alejado de todo. Aún más si las cosas se salían un poco de control.

Estiró el brazo para apagar la alarma y luego se quedó quieto. Un pesado brazo estaba rodeando su cadera y tenía la respiración caliente del hombre sobre su nuca. Tan nuevo como esta sensación era, su corazón comenzó a latir rápidamente. ¿Qué era eso? ¿Era el lazo todavía haciéndole sentir cosas? No estaba seguro y probablemente debería hablar con uno de los chicos, hacerles unas preguntas y finalmente entender qué estaba sucediendo.

"Puedes seguir durmiendo." Su piel se erizó por un momento cuando la ronca y pesada voz resonó en sus oídos. Podía sentir los labios sobre su nuca mientras hablaba. El brazo a su alrededor se apretó con fuerza mientras se despertaba. No dijo nada, solo se quedó quieto escuchándolo. "Tengo que ir a mi apartamento todavía y recoger mis cosas. ¿Puedo tomar una ducha aquí antes?"

"No tienes que preguntar eso. Solo úsala."

Reid encendió la lámpara a un lado de la cama y lo hizo girar sobre su espalda mientras él se sentaba sobre la cama y lo miraba con una sonrisa todavía soñolienta. "Solo estoy tanteando aguas aquí." Lo miró con una abierta expresión de satisfacción y luego puso una mano sobre su pecho. "¿Estás bien? ¿Tus pensamientos están bien?"

"¿De qué estás hablando?" Frunció el ceño y lo miró a los ojos mientras Reid deslizaba su mano hacia su mejilla y frotaba con el pulgar lentamente. "No estoy adolorido."

"No preguntaba sobre eso. Estoy seguro de que tu cuerpo sanó por completo."

"¿Entonces a qué te refieres?"

Reid apretó los labios. "Ya sabes, ayer me sentí como si estuviera forzándote a hacer la mayoría de las cosas. Quiero saber si puedo acercarme a ti y no ser rechazado."

"Oh."

"Sí."

Logan apartó la mirada por un momento mientras pensaba. La noche anterior después de que cenaron y vieron el resto del partido con los chicos, hubo una pequeña presentación. Una mejor que la de antes y más formal. Reid se veía cómodo con todos en la casa, aunque él y Ryder mantenían una distancia entre ambos. Pero por el resto, estuvo bien. Después de eso, él y Reid lo hicieron otra vez, tan intenso nuevamente. Era un locura.

"No me molesta. Eres mi compañero. Los compañeros son preciosos." Su rostro se calentó en ese mismo instante, pero era cierto. Los compañeros eran un regalo del destino. "Puedes hacer lo que quieras mientras no me mangonees cuando estemos en público."

Reid bajó la cabeza, pero Logan atrapó su sonrisa a tiempo. "Es un poco reconfortante escuchar eso." Se deslizó fuera de la cama y lo miró desde ahí. Logan no pudo evitar mirar ni aunque lo hubiera intentado. Reid era un tipo grande, bien construido y tenía un gran... Todo a la vista, sin una pizca de vergüenza. ¿Cómo podía solo no mirar? Reid se rió con suavidad. "Iré a bañarme. Te daré un beso después de eso, ¿está bien?"

Asintió.

"Responde."

Tragó con fuerza apretando un puño bajo la sábana. "Sí."

"Muy bien."

Cuando la puerta del baño se cerró, Logan se cubrió los ojos con el brazo mientras su pene se levantaba duro bajo la sábana. ¿Por qué le excitaba tanto que le dieran órdenes? Frunció el ceño y lo pensó mejor. No le causaba nada que Ryder le ordenara algo... y, oh, tan asqueroso. Ni siquiera podía imaginarse a su cuerpo reaccionando así por Ryder. Se sentó cuando las nauseas lo alcanzaron.