Capítulo 10

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Era una hermosa mañana.

Había tomado una ducha fría por un largo rato, dejando que todo rastro de tensión dejara su cuerpo y despejara su cerebro. Ahora estaba frente al espejo revisando su cuerpo. Miró por encima de su hombro al darse la vuelta. Había varias marcas de uñas... ¿garras?, sobre su piel. Arrugó la nariz al estirarse. Dolían un poco. Logan era realmente fuerte y cuando estaba cegado por el placer, no tenía mucha consciencia.

Sonrió.

Era lindo cuando estaba así. Sabía que no importara lo que le preguntara, Logan le diría que sí, solo para complacerlo en ese instante. Levantó la cabeza y roció algo de crema de afeitar sobre sus mejillas antes de tomar una nueva rasuradora. Logan se había quejado de su rostro picaba, pero también estaba seguro de que le gustaba su barba al mismo tiempo. Al demonio, solo cortaría un poco y luego lo arreglaría en su apartamento.

Se lavó la cara después de eso y salió del cuarto de baño.

Logan estaba despierto.

Estaba todavía bajo las sábanas mirándolo a los ojos en completo silencio. Todavía estaba un poco hinchado, su rostro suave y adormilado. Le sonrió y se acercó lentamente antes de sentarse en el borde, a su lado.

Levantó una mano y la colocó sobre la dura mejilla del oso, frotando su mandíbula con el pulgar. Logan cerró los ojos por un momento antes de abrirlos y mirarlo.

"Buen día," murmuró con voz baja y ronca.

"Buen día a ti también." Se inclinó sobre él para besar su cabeza. "¿Dormiste bien?"

"Mi trasero... arde."

Sin poder evitarlo, se rió y le dio un beso en la frente. "¿Quieres que ponga algo de ungüento?"

"¿Crees que tienes otra opción?"

Logan se quitó la sábana de encima y se sentó, estirándose lentamente. Se rascó el pecho y se quedó quieto por un momento antes de mirarlo. Se veía adorable así. Reid no dijo nada, solo lo observó en silencio. Logan suspiró con fuerza antes de acercarse a él y envolver su cintura con los brazos. Apoyó la cabeza en su hombro y se quedó ahí por un momento.

Reid estaba comenzando a hacerse adicto a esta versión suave y, en realidad, necesitada, de Logan. Se volvía suave a su lado, cuando estaban solos, casi como si no quisiera despegarse de él en ningún momento. Era adorable. Le gusta. Joder, le encantaba saber que era el único que lo veía de esta manera.

La parte dominante dentro de él estaba feliz y rebosante ante el comportamiento tan dulce del oso.

Lo había visto interactuar con los demás hombres de la casa por toda la semana. Y se dio cuenta de que Logan era del tipo que hacía bromas y era juguetón, más aún cuando estaba con Dominic. Esos dos eran problemáticos en el buen sentido. Era más reservado con Ryder, como respeto hacia al alfa, pero igualmente lo molestaba de vez en cuando. Heath era como el hermano mayor que apenas soportaba a sus dos hermanos menores y luego les daba una golpiza.

Pero cuando estaba con él, a solas, Logan se volvía más tranquilo y suave. Al inicio pensó que tendría que empujarlo a sacar su lado despreocupado y el lado suyo que solo hacía lo que quería, pero se había adaptado a la idea a la perfección. Aún seguía sin decir mucho, pero solo dejaba a su cuerpo hacer el trabajo. A veces incluso lo tomaba por sorpresa con lo mucho que Logan lo abrazaba.

Siempre en silencio, sin decir una palabra. Envolvía los brazos a su alrededor y solo se recostaba a él, dejando todo su peso caer. Reid podía soportarlo, era más pesado que Logan y era casi igual de fuerte de él, así que solo lo dejaba hacerlo. Era un poco entrañable. Logan podía ser muy tierno cuando lo quería. Pero ninguno de los hombres de abajo sabían sobre eso.

Cómo Amar a un Oso. SPO#4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora