Serpiente Negra

Acto 1

Escena primera

Palacio real; Aposento de Esmeralda.

(Entra Esmeralda con una criada que trae en sus manos un vestido negro, mientras ella lee una carta con los ojos bañados en lágrimas.)

ESMERALDA: La luz se desvanece en mi corazón. No hay felicidad en mi vida... Usaré un vestido negro toda la eternidad porque el hombre que amo y amaré se casará muy pronto. (Llora.)

CRIADA 1: Mi princesa, no llore. Recuerde que en el transcurso de la vida hay muchos amores. Por cierto, ¿dónde dejo su vestido?

ESMERALDA: En el armario, por favor. Luego puedes retirarte.

CRIADA 1: A sus órdenes, mi señora. (Deja el vestido y sale.)

          Entran Camilo y un criado.

CAMILO: ¡Buenos días a la princesa más alegre! (Sonriendo.)

ESMERALDA: La alegría ya no existe para mí. (Apenada.) El destino es demasiado cruel, Camilo.

CAMILO: Supongo que esta tristeza es porque tu amado Anthony se casará con tu hermana. Ojalá todo fuera más fácil para los enamorados, pero no es así, Esmeralda.

ESMERALDA: Tienes razón... Aunque mi alma jamás aceptará este castigo. Yo amo a Anthony con mucha locura y eso me quema por dentro.

CAMILO: Aunque le ames demasiado, tendrás que olvidarlo, por tu propio bien. La vida no siempre nos entrega lo que queremos.

ESMERALDA: ¿Y qué hago con estos sentimientos? ¿Cómo puedo eliminar este amor de mi pecho? ¿Acaso tendré que renunciar a esto que estoy sintiendo? (Le mira con tristeza.)

CAMILO: De hecho, eso tendrás que hacer, querida amiga. Es difícil, lo sé... Además, el amor quema como el fuego y duele como una espina. Debes olvidar lo que sientes y comenzar una nueva vida.

ESMERALDA: No puedo hacerlo. Anthony es mi mundo, mi tesoro más valioso y sin él, la vida no tiene sentido.

CAMILO: ¡Por el cielo, Esmeralda! ¡Deja de lastimarte! Soy tu amigo y solamente quiero tu felicidad. (Se oye un golpe en la puerta.)

ESMERALDA: (Sorprendida.) Adelante.

                    
                      Entra Elizabeth

ELIZABETH: Mañana de rosas para ti, querida hermana. Espero que el mundo te sonría hoy y encuentres la felicidad en cada minuto de este día. (Sonríe y observa fugazmente a Camilo con una mueca de desprecio.)

ESMERALDA: ¿Qué deseas, Elizabeth? ¿Acaso quieres burlarte de mí? Hoy no me siento muy bien... Dormí muy mal anoche y tengo un terrible dolor de cabeza. (Molesta.)

ELIZABETH: ¡Cuánto lo siento! Pero no debes enojarte conmigo, hermana. Yo no sabía que te sentías mal y por eso te saludé de buena manera. Además, deberías de estar alegre por mí, ya que me casaré muy pronto.

CAMILO: A Esmeralda nunca le ha importado un matrimonio y dudo que en esta ocasión sea diferente. (Sonríe.)

ELIZABETH: Al parecer, usted le conoce bien. Es su querido amigo y confía más en usted que en mí... Yo soy su hermana y este compromiso está relacionado con mi bienestar. ¡No puedo creer que seas tan egoísta, Esmeralda! (Alterada.)

CAMILO: ¡Deje de fastidiarla! ¡La única persona egoísta que conozco es usted, Elizabeth! No se da cuenta, de que el mundo, no gira solamente en torno suyo. (Fastidiado.)

ELIZABETH: ¡Qué dice! ¿Cree que yo soy egoísta? ¡Nunca en mi vida había escuchado semejante barbaridad! ¡Es un entrometido, Camilo! ¡No sabe lo que habla! (Sale disgustada, golpeando con violencia la puerta al cerrarla.)