22.- "Entre Faldas y Trajes"

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Actualización doble 1/2

Sam Walker

El sudor invadía mi cuerpo, el cansancio y adrenalina.
Me movía de un lado a otro, mis piernas ya comenzaban a cansarse, hace tiempo que había dejado de hacer esto, era lógico que me había desacostumbrado aunque fuera un poco.

Se escuchaba ese sonido al movernos, estaba tan cansado, y finalmente, la canción acabó.

Suspiros cansados llenaron el salón de baile, terminé agitado, al igual que los demás que ensayaron a la par mía.

—¡Ya no quiero, estoy cansado! —gritó Eddy, poniéndose de pie nuevamente.

—Cinco minutos y una más —avisó nuestro entrenador.

Respiré profundamente, necesito agua.

Caminé hasta una de las paredes del salón, dónde ese chico sentado en el suelo, me entregó mi botella de agua.

—Gracias —dije.

—¡Sacaste un diez! —animó Keith.

Bebí del envase, refrescando mi garganta. Y Keith se puso a escribir algo de nuevo, en su ya típico cuaderno de Stick Figure.

El inicio de clases había vuelto, ya teníamos qué regresar a estas actividades de todos los días, ya había alumnos practicando soccer, fútbol americano, natación, y entre tantas actividades, los que nos gustaba bailar también regresábamos a divertirnos.

Keith, me había dicho que si había ido a entrenar después de habérselo pedido, en ese instante no pude explicárselo, pero cuando lo ví prepararse para ir a entrenar como niño a la escuela, morí de ternura y un extraño sentimiento de quererlo mucho.

Claro que me tuve qué asegurar que lo haya hecho, antes de ir a mis prácticas, pasé por la cancha de soccer, dónde en efecto estaba Donson entrenando con los demás, y era muy bueno jugando en realidad.

Después de ello, ahora Keith vino a verme practicar, y quizá ahora entendía eso que sentían los jugadores cuando alguien especial iba a verlos jugar con entusiasmo.

Ya habíamos decidido lo que íbamos a hacer luego, ya que, había invitado a Donson a la boda que iba a hacerse conocer en dos días, y él se ofreció a acompañarme a comprar un traje para él. Me gustaba la idea de saber cómo se vería el peliblanco con traje, solo esperaba que todo fuera rápido, esta semana había estado lleno de muchas cosas en la cabeza, y creía firmemente que esto iba a ayudarme a despejar.

En toda la semana, claro que no he pisado la casa de mis padres, aún no me atrevía a acercarme. Otra vez estaba cometiendo el mismo error de no hablar las cosas, ya sé.

Escuché un silbido desde la puerta, uno que llamó mi atención, porque era el más cercano a ella.
Quité la botella de mi boca, y ahí estaba otra vez, el homofóbico, machista y capitán del equipo de fútbol americano, Sloan, junto con sus mismos dos amigos que lo respaldan.

—Pero, señorita, ¿por qué no baila para nosotros? —lanzó Sloan descaradamente.

—No empieces —ordené, mirando hacia abajo, Keith levantó la vista, y rápido se puso de pie.

—Sammy, no hagas nada que pueda hacer que inicie una guerra aquí —susurró Eddy de la nada, a un lado de mi.

—Pues que no empiece —le devolví el susurro.

Volví a mirar enfrente, necesitaba calmarme, Eddy tenía razón, era mejor no causar una pelea aquí.

—Quisiera verte bailar cuál chica —Sloan soltó, riéndose—. Puedes ir por tu falda si así prefieres.

Mortal Adicción [Walker #3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora