♡~Nunca entiendes~♡(Kei Tsukishima x tu)

Cap 26 (Apoyo)

*Narra ____*

Estaba plácidamente dormida en los brazos de Tsuki. Eran al rededor de las 6 p.m. Cuando escuché el, familiar, timbre de mi casa. Me levanté para ver de quien se trataba, ya que, era más que seguro que no era mi padre.

Abrí la puerta para encontrarme un escenario que me dejó boquiabierta. Se trataba del mejor amigo de mi novio, Yamaguchi Tadashi, luciendo una cantidad horripilante de golpes y manchas de sangre por toda la cara y parte de sus manos. Cuando mi cabeza, por fin, fue capaz de procesar las imágenes, hablé.

____: Y-Yamaguchi, pero ¿qué...?-- él simplemente ignoró mi intento de pregunta.

Yamaguchi: ____ ¿Tsuki está aquí? Yo... debo hablar con él-- noté algunos indicios de llanto en sus ojos y mi lengua se enredó tratando de hallar las palabras correctas.

____: S-sí... pasa-- me hice a un lado y le pedí a todos los dioses que no fuera nada malo, de lo contrario, Tsuki estaría devastado.

Yamaguchi y Tsuki han sido amigos desde muy pequeños. No he visto un solo almuerzo en el que no se sentaran juntos, ni siquiera tenía recuerdos de que alguna vez pelearan. Sabía lo importante que ese pecoso peli verde era para mi Tsuki, y para mí también, claro, después de todo, éramos amigos.

Mis pensamientos se detuvieron de golpe cuando escuché a mi novio casi gritar en la sala.

*Narra Tsukishima*

Tsukishima: Yamaguchi ¿qué mierda te pasó?-- mi corazón se comprimió en mi pecho.

Yamaguchi: T-tsuki...-- noté como sus ojos se llenaban de lágrimas. Sólo lo abracé.

Nunca fuí alguien bueno en cuanto a consolar personas, prefería ignorar o hacer un comentario sarcástico en esos casos, pero, ahora, teniendo a mi mejor amigo entre mis brazos, quebrandose como nunca antes, realmente... algo dolió en mí.

Tsukishima: Está bien, Yams, tranquilo, todo está bien-- acaricié  su cabello y ví a ____ escabullirse hacia la cocina, probablemente, en busca de un vaso con agua.

Tsukishima: Ven, siéntate-- dije señalando el sofá. Nos sentamos y volvió ____ con un vaso de agua y servilletas, se los alcanzó a Yamaguchi. Cuando lo ví más calmado, dije.

Tsukishima: Yams ¿qué fue lo que pasó?-- pregunté nuevamente. Tardó unos segundos en contestar, peor lo hizo.

Yamaguchi: Y-yo... estaba en casa y...-- intentó reprimir un nuevo sollozo al recordar la razón por la que había venido.

____: ¿Y qué, Yams?-- el mencionado miró a ____, recién dándose cuenta de su presencia. Me miró y yo asentí, a lo que siguió.

Yamaguchi: M-mi padre... él... creo que estaba borracho, no lo sé-- ____ y yo abrimos los ojos, sorprendidos.

Para nadie que viviera en Miyagi, o tal vez en Japón, era algo desconocido que el señor Yamaguchi, el padre de mi amigo, era una persona gentil y de buen corazón, que estaba dispuesto a ayudar a quien lo necesitaran. Aclaré mi garganta.

Tsukishima: ¿Cuántas veces lo hizo, Yams? No creo que estés así por una sola vez-- traté de sonar lo más comprensible posible.

Yamaguchi: Yo... él... no lo había hecho hace tiempo-- esa pequeña oración, sin querer, formó un nudo en mi garganta ¿el señor Yamaguchi había hecho esto antes? ¿hace cuánto lo hacía? ¿había agredido a mi amigo antes? Y si era así ¿cómo no me había dado cuenta? Mi cabeza se congestionó en un intento de procesar todas las malditas preguntas que generaba, y tratando de formar una coherente para que saliera de mi boca.