— JungKookie, creo que estás confundiendo las cosas— Habló TaeHyung intentando ocultar sus obvios nervios sintiendo sus mejillas arder más con los segundos pasar.
— No, no estoy confundiendo nada.
— Estás ebrio.
— Dicen que los ebrios nunca mienten— Sonrió el menor dejando una suave caricia en la mejilla de su mayor quien quería que la tierra lo tratase lo más rápido posible— Quiero besarte y quitar el sabor de él de tus labios.
TaeHyung rió intentando separarse con vergüenza, pero JungKook no se lo permitió.
— Ju-JungKook, solo... Fue un juego, lo de Jihyung y yo fue un simple juego.
— Accediste a besarlo a él, hyung. ¿Por qué no puedes besarme a mi ahora? Besas a quien te hizo sentir mal tanto tiempo pero... Me rechazas cuando te cuidé e intenté que te aceptes ¿Esto es en serio?— Preguntó incrédulo y ofendido lo soltó comenzando a reír, estaba ebrio— Yo solo quería... — Suspiró dejando de hablar.
— JungKookie, ya no puedes besarme porque quieras hacerlo, ya no necesito que me protejas, estoy bien con lo que soy, puedo solo.
Grave error.
— ¿Puedes solo?— Sonrió con dolor en sus ojos y asintió soltando una risa baja— Está bien. Ya no me necesitas, no necesitas que te cuide ¿Entonces que esperas para dejarme solo?
TaeHyung frunció su ceño ¿Por qué se había puesto así? De pronto comenzó a llorar y ahí es donde el castaño supo, JungKook había bebido de más y eso atacó sus emociones. Se acercó al mejor al instante acariciando su espalda y le sonrió levemente volviendole a hacer acostar.
— Pequeño, tienes sueño. Duerme ahora ¿Bien?
— S-Si me necesitas, hyung. No vuelvas a-a decir que no...— Sollozó dejándose acomodar en la cama a su gusto y miró al mayor quien estaba enternecido y a la vez tentado de soltar una carcajada— Me lastimas, y-yo hago siempre cosas buenas y hyung dice que n-no me necesita, tal vez ya n-no me necesite pero yo si necesito de hyung.
El mayor se sentó en la cama mirando a JungKook con atención y asintiendo a sus palabras mientras el contrario sollozaba como un pequeño niño al quien le habían negado un abrazo.
— ¿Me necesitas?— Sonrió— Pero eres fuerte.
— Lo soy solo porque hyung me ayuda a serlo.
TaeHyung mordió su labio inferior buscando algo más que decir, pero no había.
— Duerme~
— No hasta tener mi beso de buenas noches. Y te acuestes conmigo, no quiero dormir si no haces eso.
El castaño tragó duro y asintió, acercándose a la frente del menor para depositar un beso suave en la misma, pero sus mejillas fueron tomadas acercándolo a sus labios nuevamente.
— Besa mis labios, Taehyunie hyung. ¿Por favor?
— No puedo, estás diciendo muchas tonterías, estás ebrio.
— ¿Y?
— Sería malo de mi parte besarte y aprovechar que mañana olvidarás todo esto, pequeño — Sonrió con su característica sonrisita cuadrada.
— Bésame hoy, mañana te pediré otro beso.
TaeHyung dudó, apartando su mirada.
— Si no te pido un beso mañana, puedes considerarte un degenerado y contarme todo.
Se negó otra vez, pero los brillosos ojos del contrario que tanto amaba y tanto lo hipnotizaban lo convencieron, suspirando bajo y acomodándose en la cama con rapidez y mirándole.
— Tres segundos.
— Cinco, debo quitar ese asqueroso sabor de Jihyung.
— Eres demasiado terco, JungKookie— Sonrió el mayor.
— Es culpa de hyung por ser tan bonito.
El menor también sonrió, atrapando por fin los labios de TaeHyung en los suyos, lo había esperado toda la fiesta, había aguantado sus ganas de apartar al pelinaranja, de tomar a su hyung para él solo.
Uno...
Sus labios se tocaban y rozaban con suavidad, lento de ambas partes, pero muy vergonzoso para TaeHyung, satisfactorio para JungKook sin importar nada más.
Dos...
JungKook sonrió contra los labios del castaño quien se limitaba a seguir el movimiento torpe de sus labios, TaeHyung no sabía besar realmente, solo copiaba sus movimientos.
Tres...
Las manos del pelinegro quedaron en la cintura de TaeHyung, apegando sus cuerpos sin duda alguna, sintiéndose bien al saber que su hyung se encontraba bajo su control al tenerlo así, era predecible.
Cuatro...
Sus labios chocaban como si siempre hubiesen estado juntos, como si los labios del castaño nunca hubiesen dejado de ser besados por los de JungKook, con esa suavidad que tenía sobre él, que tanto le gustaba y le había gustado desde la primera vez que sus labios se probaron, la suavidad de TaeHyung y la dominancia de JungKook, el dúo perfecto.
Cinco...
Cuando el beso iba a avanzar, dejando a ambos ganar más confianza para darse aquellos suaves toques que cualquiera daba en un beso, TaeHyung se separó, girándose y quedando de espaldas a su menor y mejor amigo.
— Cinco segundos, a-ahora duérmete, JungKookie— habló con suavidad ocultando su obvia timidez.
— ¿Me besarás mañana si te lo pido, Tae?
Preguntó curioso recibiendo silencio como respuesta.
— Averígualo mañana, pequeño, acabo de olvidar mi respuesta.
Se limitó a decir, dejando a un satisfecho JungKook abrazandole por la espalda con la confianza y el cariño que siempre se habían tenido, pero por sentimientos estaban acabando.
— Descansa, TaeHyung hyung.
— S-solo duerme, Jeon.
JungKook rió, sabiendo que su voz grave causaba mucho en el mayor, siempre lo había sabido, y era algo con lo que le molestaba a diario.
— Te quiero, me quieres ¿Verdad?
— Si, claro que te quiero, JungKook me protege, siempre voy a quererlo aún que actúe como un niño de cinco años.
— A pesar de todo voy a cuidarte y lo sabes ¿No?
— Si, por eso tengo suerte de tener a JungKookie conmigo— Susurró con una leve sonrisa, provocando lo mismo en el contrario.
— Y jamás me iré~.
— ¿Jamás te irás? — TaeHyung se giró mirándole con una sonrisa divertida.
— Solo si me muero, pero tú eres más grande que yo, vas a morir primero— habló sin sentido alguno haciendo reír al mayor aún que aún no se daba cuenta de sus palabras.
— Hey~— se quejó riendo y negó— eres un atrevido Jeon JungKook
Esperó su respuesta, pero su amigo ya estaba completalmente dormido entre sus brazos, dónde se había colocado inconscientemente en aquella corta charla.
TaeHyung sonrió embobado, JungKook durmiendo era lo más tierno que alguien podía ver, hacía pequeños gestos mientras dormía y esto a Taehyung lo atontaba más que cuando le decía halagos.
— Mi JungKookie— se limitó a susurrar para no ser oído, pero no esperaba ver una pequeña sonrisa del contrario, haciéndole sonrojar, decidiendo pensar que había sido su imaginación para poder dormir tranquilo a su lado.