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-Buenos días director -saludo formalmente Fushiguro.

-Buenos días -dijo Gojo yendo más rápido de lo normal a su despacho.

Abrió la puerta asomándose y luego miro a Fushiguro.

-Ven aquí, tengo que enseñarte algo.

-Oh, no pienso a volver a caer en eso, hoy tenemos mucho trabajo, dentro de unos minutos llegará el jefe de marketing.

-No es esooo, hazme caso.

Gojo se metió en el despacho pero dejó la puerta abierta para que Fushiguro fuera detrás. A este le pareció extraño pero lo siguió. Se sorprendió cuando nada mas entrar encontró Gojo sentado detrás de una mesa completamente diferente.

-¿Has cambiado de escritorio?

-Si,¿te gusta?-Gojo lo reposaba con las manos.

-Si, es muy bonito.

-Y discreto.

-¿A qué te refieres?

-Pues... nadie puede verme los pies.

-No sabias que tenias complejo con tus pies.

-Creo que no me has entendido, por que no te acercas y te lo enseño.

El joven ayudante (inocente), se puso al lado de Gojo y observo sus piernas estiradas bajo el escritorio.

-Acércate un poco más.

Fushiguro se agacho algo más, no veía nada extraño. Gojo calzaba su zapatos de traje y el pantalón a medida.

-Deberías ponerte de rodillas, así tendremos un mejor vista.

-¿Tendremos?

-Ponte de rodilla.

Fushiguro se puso de rodillas, incapaz de resistirse a la voz autoritaria y firme del director, que le señalo vagamente que debía ponerse mas abajo. Fushiguro agacho la cabeza hasta encontrarse metido por completo en el hueco entre las piernas de Gojo, debajo del escritorio.

Gojo se la sacó sin bajarse los pantalones y se la restregó por la cara mientras Fushiguro sacaba la lengua para empezar. Ya no se resistía como antes, esa posición le gustaba.

Le acariciaba los muslos mientras Gojo le acariciaba el pelo. Fushiguro lo había pillado masturbándose tantas veces y ahora lo estaba haciendo él.

Con cada lamia se ponía más dura. Gojo no desaprovechaba oportunidad para sacarla de vez en cunado de su boca y darle algún toque en la cara para luego pasarla por sus labios.

-¿Lo ves? Así los dos tenemos una buena vista.

toc toc

-Adelante- dijo Gojo

Fushiguro abrió los ojos e iba a sacarla pero Gojo arrimó la silla y le sujeto la nuca para obligarle a que se la metería hasta el fondo.

-Buenos días Gojo-san.

-Buenos días, siéntate por favor.

Gojo crizo los dedos desde su escritorio con una maliciosa sonrisa en la cara. Algo que no le parecio extraño al jefe de marketing, pues Gojo cambiaba de humor constantemente de cierta forma le aliviaba que ese día estuviera de buenas, o al menos que lo pareciera.

-Tengo los resultados de la campaña, espero que le agraden.

-Eso espero.

Era por eso por lo que había comprado el escritorio. El muy desgraciado había planeado hacerle eso desde el principio.

Asco de jefe {GoFushi}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora