Eres tan hermoso cuando lloras.

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Las luces se atenuaron y la música comenzó cuando Izuku salió al escenario. Esta sería la primera vez que se desnudaba y estaba muy nervioso. Siempre se había preguntado cómo sería y esta noche había tenido la oportunidad. El club donde servía las mesas tenía poco personal y necesitaban llenar un espacio de tiempo.

—¿Quieres intentarlo?— había preguntado el gerente. —No estás muy ocupado—

Izuku aceptó fácilmente, sintiéndose un poco emocionado por la idea. Pero estamos hablando en tiempo pasado. El presente, Izuku, ahora sentía que quería vomitar y lamentó haber aceptado esto, pero ya era demasiado tarde para echarse atrás.

Esperaba que le enseñaran qué hacer. Se sorprendió de que simplemente le entregaran la ropa con apenas tiempo para cambiarse antes de comenzar. Ahora llevaba una camiseta sin mangas que era demasiado pequeña y un par de pantalones cortos diminutos que se veían muy divertidos porque no estaba acostumbrado a que sus piernas estuvieran desnudas. Se quedó mirando fijamente a la 'audiencia': solo unos pocos hombres de negocios que habían pasado por allí después del trabajo y apenas prestaban atención. La verdadera emoción no comenzaría hasta dentro de unas horas.

Mantuvo la cabeza erguida, deseando desesperadamente mirar al suelo y hundirse fuera de la vista, pero sabía, al observar a los demás, que la confianza era la clave.
Se detuvo y comenzó a bailar, dándose la vuelta y moviendo las caderas, sintiéndose incómodo pero haciendo lo mejor que pudo. Cuando la gente empezó a mirar, él se quitó la camiseta sin mangas, yendo lento y sensual. Un par de personas aplaudieron a medias, dándole la ambición de seguir adelante. Siguió moviendo su cuerpo mientras trataba de recordar: ¿cómo se quitaban los pantalones cortos las strippers? Lo había visto innumerables veces, pero nunca había pensado en prestar atención a la acción.

Alguien levantó un poco de dinero y entró en pánico, tratando de averiguar qué hacer con él. Como si el tipo pudiera sentir su miedo, dejó el billete de un dólar en el escenario y retrocedió.

Izuku sabía que tenía que hacer todas las pequeñas cosas para mantener a la gente interesada, pero no podía por su vida recordar cuáles eran. Todo lo que pudo pensar en hacer fue finalmente quitarse los pantalones cortos, así que se imaginó a las otras strippers haciendo lo mismo y bajó la cremallera. ¿Se suponía que debía seguir bailando mientras los deslizaba hacia abajo o se quedaba quieto?

Optó por seguir bailando, lo cual fue un gran error. Se puso los pantalones cortos hasta las rodillas y de alguna manera tropezó con sus propios pies, cayendo de cara al suelo con ellos a mitad de camino. Se sentía más víctima de los matones del patio de la escuela que una sexy stripper y las lágrimas comenzaron a correr por su rostro. ¡Qué humillante!

Su gerente estuvo allí en un instante, ayudándolo a ponerse de pie. —Eso es suficiente—, dijo. —Pondremos algo de música y descontaremos las bebidas hasta que entre Kacchan—. (Me hizo gracia esta parte, no sé por qué xd)

Estupendo. Así que no solo se había caído, sino que lo había hecho tan mal que ahora era preferible un escenario vacío a tener que mirarlo. Comenzó a temblar mientras se subía los pantalones cortos y se los abrochaba. Las lágrimas no paraban. Miró a la no-multitud para ver cuán molesta debe estar la gente, lloriqueando y secándose los ojos.

Para su alivio, nadie estaba mirando, estaban hablando entre ellos o mirando sus teléfonos. Parecían aburridos pero no molestos. Nadie parecía siquiera verlo, a excepción de una persona en el fondo de la habitación. Ese hombre lo estaba mirando directamente y su rostro estaba lleno de simpatía cuando miró a los ojos a Izuku.

Eres tan hermoso cuando lloras. >HawksDeku<Donde viven las historias. Descúbrelo ahora