.01

145 6 8
                                    

- ¿Y cómo se declara usted, joven Midoriya?- Preguntaba el juez al pecoso que estaba delante de él.

-Yo... Me declaro culpable, su señoría.

...

-Izuku, necesitamos un tratamiento más efectivo, por más que intentamos no parece haber ningún avance. - Decía el psicólogo de Izuku mientras miraba el expediente de este.

- Yo lo estoy intentando, ¡De verdad! Es solo que... Me siento incomprendido, es todo, no estoy loco ni nada de eso... - Le miró con sus apagadas orbes esmeraldas. - ¿Verdad?

- Izuku, ya habíamos hablado de esto antes. Lo que tú sientes no es normal, no es sano. - El psicólogo trataba de ser lo más comprensivo con Izuku y su obsesión enfermiza con un chico en específico, que curiosamente ni siquiera conocía a fondo, pero por más que le daba vueltas a la situación no lo comprendía del todo.

- Doctor, no lo quiero contradecir pero se lo volveré a repetir. - Sus verdosas cejas se habían fruncido levemente. - No estoy loco.

- Si sigues con ese avance tan escaso, tendré que tomar medidas exageradas. - Antes de seguir discutiendo sonó un reloj que indicaba que la cita había terminado.

- Todo el tiempo me lo repite y para ser sincero ya me harté. - El joven se levantó del cómodo sofá para así caminar a la puerta. - Con permiso. - dijo para después salir del consultorio.

Realmente odiaba visitar al psicólogo dos veces a la semana, sentía que ni siquiera estaba siendo escuchado y solo le llevaban la contraria.

Al llegar a su casa fue la misma rutina de cada semana, se encerró en su habitación a ver las historias de Instagram de su amado Bakugou Katsuki.

Te estarás preguntando, ¿Por qué izuku va al psicólogo? Eso es fácil de responder. Izuku tiene una extraña obsesión con una estrella de internet, ya había tenido antecedentes de tener otros transtornos como esquizofrenia y actualmente estaba siendo tratado.

Nuestro pobre protagonista se sentía realmente incomprendido y a la vez muy triste, sabía que tenía una enfermedad grave y eso le hacía sentir impotencia, frustración y obvia tristeza. ¿Por qué no podía ser como las demás personas? Libres, sin nada que los agobiara o los molestará.

Así que cuando conoció al joven Bakugou en un live de Instagram y había logrado conocerlo un poco, quedó flechado. No sabía como o porqué, pero sentía una extraña conexión con él, así que estaba completamente seguro que era amor.
Así, el chico de ojos esmeraldas había empezado a desarrollar tal amor por el rubio cenizo que había llegado a una obsesión completamente enfermiza, acosándolo constantemente, incluso queriendo conseguir la dirección de su hogar.

- Otra historia junto con Kirishima... - Suspiró molesto. - ¿Que no tiene vida o qué?

- Tú sabes perfectamente que son grandes amigos, Izuku. - Dijo una chica castaña sentada en su escritorio.

- Pero me molesta. - Respondió izuku.

- Mira, ¿Por qué mejor no te pones a preparar tu tésis? Se entregan el próximo lunes y ni has empezado.

- ¡Mierda, la tésis! - Corrió hacía su laptop, notablemente preocupado pues ni tenía un tema previsto.

- Hasta me dan ganas de quitarte el internet para que dejes de acosar a ese tal Katsuki.

- Mejor deja que me concentre.

-Bien... - murmuró en voz baja. - ¡Oh, cierto! Yo te tenía un regalo por tu cumpleaños atrasado. - Dijo emocionada.

Crazy Love.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora