Capítulo 2

61 9 11
                                    


⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐


Prov. Jimin

Después del pequeño espectáculo que hemos montado decidimos irnos ya que mi hermanita tiene hambre y sinceramente yo también tengo, y con razón porque ya casi es la hora del almuerzo.

Cojo una de las maletas de mi pelirroja y la otra Tae. Nos encaminamos hacia el aparcamiento para ir a por el coche. 

-- ¿Taetae, en que plaza estacionaste el auto? -- lo miro y me mira. Suelta una risita nerviosa.

-- Nalgón yo no lo se. ¿No miraste el número de la plaza? -- Ahora los dos nos reímos y miramos a Rosé y le sonreímos como si nada malo pasara.

-- Oye no le podemos decir que no sabemos dónde estacionamos el auto porque se va a burlar de nosotros toda la vida -- le digo en un susurro.

-- Era en la planta C pero del número no tengo idea, yo pensé que lo habías visto. -- me responde de igual manera, susurrando.

-- Fuiste tu quien estaciono, pensé que tu lo miraste. --

-- Ya no importa solo busquémoslo y que ella no se entere --

-- ¿Chicos se puede saber de qué están hablando? -- nos mira primero a uno y después al otro arqueando una ceja y cruzándose de brazos esperando una respuesta.

-- No nada, nada, solo estábamos pensando en dónde podríamos ir a comer. Verdad Jimin? -- dice dándome un codazo disimuladamente para que hable.

-- Eh si, si, estábamos diciendo que podríamos ir a por comida rápida o a tu restaurante favorito que no queda tan lejos en coche. ¿Dónde quieres ir? -- respondo tratando de sonar lo más normal que puedo.

 -- Ah, pues podríamos ir al restaurante, echo de menos la comida de allí. Pero estaría genial que se movieran porque yo no sé dónde dejaron el coche --.

-- Jaja cierto, vamos Minie te seguimos -- lo miro mal y luego se acerca y me susurra -- yo le hice creer que hablábamos de comer así que ahora te toca a ti -- sonríe inocente, maldito.

-- Si vamos --.

Casi media hora después de estar dando vueltas por el parking encontramos el auto y ahora nos estamos encaminando hacia el restaurante. Obviamente mi hermanita se dio cuenta de lo que pasó y se rio de nosotras para después echarnos la bronca por ser unos irresponsables y unos despistados.

-- En serio no se como no vieron donde estacionaron el auto, de verdad que son unos despistados -- niega con la cabeza. 

-- Ya Rosita hermosa puedes olvidar este pequeño momento de tu cerebro, te invitaremos a comer y hasta te comprare ropa, si. -- le dice Tae con su sonrisa de buen chico.

-- Y recuerdas el bolso que dijiste que querías, yo te lo compro querida hermanita preciosa. --

-- Esta bien, ahora ya tendré mi bolso y ropa nueva ¡Yey! -- contesta muy feliz y recién me doy cuenta de lo que le acabamos de ofreces y solo por su silencio. Si, siempre lo hace, y como tontos caemos en la trampa. 

Pero también admito que no me molesta y me arriesgo a decir que a Tae tampoco le molesta que consintamos a nuestra pequeña princesita. 

 A lo que llegamos al restaurante Rosé nos explica sobre Nueva York y todos los lugares que deberíamos visitar y sobre los amigos que hizo. Sigue explicándonos sobre todo lo que vivió - todo lo que no nos dijo en videollamadas - y lo mucho que extrañó estar con nosotros y la comida de acá.

∞ Forever Young ∞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora